¿Por qué pactar es lo más inteligente?

Para las elecciones del 2012, cuando Danilo Medina dio al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y al bloque de partidos aliados el tercer triunfo consecutivo para unos comicios presidenciales, y la quinta victoria, incluídas las dos jornadas…

Para las elecciones del 2012, cuando Danilo Medina dio al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y al bloque de partidos aliados el tercer triunfo consecutivo para unos comicios presidenciales, y la quinta victoria, incluídas las dos jornadas para el nivel congresual y municipal, hice público mi parecer sobre lo que pensaba de este político excepcional.

Pronostiqué que Danilo Medina consolidaría el proceso de desarrollo social, económico e institucional del país, porque tiene un concepto muy bien definido del estado de bienestar en una sociedad democrática.

Recuerdo que nunca escondí el sentimiento de confianza que inspiraban en mí sus promesas de un futuro más promisorio. Nunca pensé que Danilo defraudaría el optimismo de importantes segmentos de la población, porque es un político visionario y sobre todo práctico. No me equivoqué.

¿Cuáles razones motivan estas remembranzas? Mi reflexión tiene que ver con el debate que actualmente mantiene al Partido Reformista Soscial Cristiano en la palestra (PRSC), por la actitud resbaladiza de la dirección de esta organización frente a la propuesta de alianza planteada por el PLD.

Es un comportamiento incomprensible y contrario a toda lógica política. Incomprensible, porque quienes dentro del PRSC titubean para pactar con el PLD se comportan como amnésicos incurables.

Solo han pasado tres años de cuando los reformistas recibimos al primer candidato presidencial de un partido opositor en la sede de nuestro partido. Ese hombre, para los que hoy fingen olvidar situaciones que resultaron luego ventajosas para nuestra organización, fue Danilo Medina.

Fue el actual Presidente quien a su salida de aquel histórico encuentro prometió a la familia reformista (a toda la familia reformista), “tengan confianza en mí, que yo no los defraudaré”. Y así fue.

Danilo no solo cumplió las condiciones de lo pactado, sino que dio la oportunidad de que el PRSC demostrara una vez más su buen manejo de la cosa pública. Esta alianza permitió a los reformistas participar activamente en un gobierno compartido, y mantener vigencia política como fuerza emblemática dentro del sistema de partidos de República Dominicana.

El pacto “Concertación Patriótica”, firmado en el 2012 fue el mecanismo mediante el cual nos propusimos unir voluntades y esfuerzos, con el propósito fundamental de apoyar al PLD y demás fuerzas aliadas en esta gran concertación, en los planes de mantener el país por el sendero del progreso y la prosperidad.

Entiendo que nuestro partido tiene el derecho y la experiencia suficiente para manejar las cosas del Estado, y que lo ideal sería que vaya a las elecciones con un candidato propio. Pero las circunstancias aconsejan mantener el vínculo con el “Bloque Progresista”, para ayudar a Danilo Medina a concluir su proyecto de gobierno.

Si se asumen como un medio excelente para cristalizar aspiraciones meramente personales o partidarias, las alianzas políticas tendrían un alcance limitado. Los pactos electorales sólo tienen valor legítimo si se sellan sobre la base de perspectivas programáticas, como las que definieron el “Frente Patriótico”, del 1996, y la “Concertación Patriótica”, en el 2012.

No asimilar las ventajas relativas de una nueva alianza con el partido de gobierno y demás fuerzas aliadas, es negarnos como partido la posibilidad de seguir sirviendo a nuestra nación a través de una coalición liderada por un político que, como dije en el 2012, tiene las condiciones más idóneas para seguir en la conducción del Estado.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas