En Santiago, estuvo muy interesante la presentación del libro “El delito de la opinión pública: censura e ideología y libertad de expresión”.
Dice el autor de la obra, el presidente Leonel Fernández, que favorece la penalización del delito de difamación e injuria, para así no caer en el desorden y que se juegue con la moral de las personas. Sin embargo, él, en lo personal, no se dedica a estar sometiendo personas que considera que lo injurian.
Cuando ve algo pasado de la raya contra él, deja de leer el diario o cambia de canal. No hace lo que hizo Rafael Correa en Ecuador contra un periódico o el entonces presidente dominicano Joaquín Balaguer contra muchas personas.