Santiago.-Las quejas y dificultades por el proceso de reparación del Hospital José María Cabral y Báez, podrían prologarse por un año y ocho meses, de acuerdo al tiempo previsto por los ingenieros contratistas que tienen a cargo la obra, por asignación de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado.
Desde hace varios meses la cotidianidad del centro de salud más grande de la región norte del país se ha transformado, tras el arranque de un proceso de reconstrucción, que ha disminuido la capacidad de desenvolvimiento, debido a que áreas completa han tenido que ser removidas a espacios con menores condiciones.
“Mantenemos la capacidad de alojamiento, aún con las áreas que tenemos intervenidas, lo que se ha hecho es distribuir esas áreas a otros espacios, esto ha generado porque algunos servicios médicos ahora llevan más tiempo, el proceso es más lento”, aseguró Jhonny Lama, encargado de Comunicaciones del Cabral y Báez.
Lama también afirma que este proceso de intervención del centro de salud, ha generado mayores dificultades, porque ha coincidido por el desmonte de la cuota de recuperación, lo cual ha incrementado, la la afluencia de personas, en las consultas, que promedian unos 18, 000 pacientes por mes, de esta cifra unos 1, 060 pertenecen a pacientes extranjeros, según los datos actualizados del hospital.
En primer lugar autoridades del Hospital José María Cabral y Báez, aseguran que con este proceso, para el cual se anunció una inversión de RD$ 1, 200 millones, se procura mejorar los servicios de salud, disminuir o evitar las llamadas enfermedades nosocomiales, las cuales se producen en muchos de los casos por hacinamiento de pacientes.
Los ingenieros contratistas, encabezados por Miguel Moreno, administrador de la obra, Marcos López, constructor, el estructuralista Ervin Cabrera y el ingeniero patólogo, Máximo Corominas, coinciden en el punto de vista de que uno de los objetivos de la intervención es ajustar la estructura física del centro de salud, a los requerimientos del sismo resistencia como exigen las normas de las construcción modernas.
Los profesionales de la construcción establecen que en la actualidad se avanza en el proceso de desnudar el edificio por parte, para unificar los espacios, es decir, romper paredes, para proceder a la fase de reforzamiento estructural, que dará pasado a la remoción final.
En la actual fase se ha desmontado la estructura interna de lo que se conoce como el ala norte, del hospital, se han trasladado los pacientes y oficinas administrativas a otras áreas y se ha procedido hacer las evaluaciones de lugar para determinar, las partes que se deben reforzar de la edificación, construida hace 40 años, según notificó el ingeniero Moreno.
“Lo que se está llevando a cabo es un proceso de reforzamiento estructural, luego se procede a la remoción y distribución de los espacios”, afirmó el ingeniero Cabrera, quien es también especialista en construcciones sismo resistente.
Sobre el proceso que se lleva cabo en el centro de salud estatal, Jhonny Lama, establece que la mejoría en los servicios será notable, porque se agregarás áreas de quemados, hemodinámica y otras.
Tanto los ingenieros como Lama aseguraron una de las situaciones que tendrá un gran cambio son las habitaciones, según las explicaciones oficiales, los espacios de internamiento que eran para cuatro pacientes, con dos baños, ahora alojará dos pacientes con un baño y un sistema de separación para mantener la privacidad.
Disminuir carga.
El ingeniero Marcos López, hace un llamado a las autoridades y sobre todo a la población que acude al Hospital José María Cabral y Báez, para que se motiven la asistencia de pacientes a los centros de salud de las áreas periféricas de la ciudad, porque ahora más que nunca se requiere de que disminuya la sobrepoblación, para agilizar el proceso de la reparación.
