La industria cárnica, o una parte de ella, y los consumidores se vieron estremecidos con la revelación sobre la calidad del salami o los embutidos que se fabrican en el país. En el debate ha habido de todo. Se ha intentado descalificar. Hay quienes han pretendido rehuir el bulto e incluso buscar culpables de un problema que atañe a todos. Un hecho incontrastable: hay fábricas de patio, que operan sin controles ni registros, que no llenan los requerimientos imprescindibles para producir ese alimento.
Y siendo así, no debe extrañar lo que ha ocurrido. Los hechos están ahí y lo importante es corregir lo que sea susceptible de enmiendas o mejorías y lo otro lanzarlo al zafacón. Mientras tanto, ya está bueno para polémicas. Las partes tienen que entenderse y encontrar soluciones.
Cada estamento del poder público debe jugar su papel. Deben transparentarse las realidades y tratar de que las aguas queden encauzadas. En esa perspectiva, satisface que Salud Pública lidere una comisión, que según su ministro, Bautista Rojas Gómez, ya empezó a trabajar para realizar nuevos estudios. La comisión estaría constituida por especialistas de salud pero además por expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Instituto de Nutrición Centroamericano y de Panamá (INCAP), la Dirección de Normas y Sistemas de Calidad (Digenor) y el Instituto de Protección del Consumidor (Pro Consumidor). Las empresas embutidoras serán informadas de los propósitos y el alcance de la investigación.
Un segundo estudio, con la alerta que ya dio Pro Consumidor, puede ser interesante. Pero obviamente, se abrirán muchas interrogantes. No habría que descartar que sea visto como una acción política.
En lo inmediato el Ministerio puede desarrollar algunas acciones que si bien pudieran ser efectistas, enviarían mensajes claros en el sentido de que se quiere corregir lo que esté mal. Descensos en empresas fabricantes podrían ser reveladores y mandarían señales a los consumidores.
Asimismo, algunos fabricantes que andaban como chivos sin ley, podrían adoptar previsiones y superar prácticas negativas. En lo que no hay dudas es en que procede actuar.
