El periodista de Univisión, Gerardo Reyes, ganador de un premio Pullitzer y reconocido por su capacidad investigativa y personalidad acuciosa, reveló hace dos días que el Departamento de Estado de los Estados Unidos retiró las visas a cuatro altos militares del anillo presidencial dominicano: el guardaespaldas personal del presidente Leonel Fernández y subdirector del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), Víctor Manuel Crispín Zorrilla; su jefe de ayudantes militares, general Héctor Medina y Medina (objetado hace años por el Gobierno estadounidense, según documentos de Wikileaks); el asesor policial del Presidente y exjefe de la Policía Nacional, general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, y el exdirector del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) en el cuatrienio 2004-2008 y actual director General de Desarrollo Fronterizo, general Manuel de Jesús Florentino y Florentino (vinculado por Estados Unidos al narcotraficante Quirino Ernesto Paulino Castillo, según un cable divulgado por Wikileaks).
No se trata de una denuncia de campaña, de una afirmación politiquera o de una posición de la oposición política, sino de una información veraz, comprobada por cadenas periodísticas internacionales sin intereses partidarios y que reviste, por su gravedad y todo lo que conlleva, gran importancia para los dominicanos.
No por capricho ni a la ligera toman las autoridades estadounidenses la drástica decisión de retirar visados, y menos aún de servidores públicos y personas que, como el caso en cuestión, tienen sólidos vínculos con la cabeza del Poder Ejecutivo de un país.
Pero si bien el retiro de visados de funcionarios públicos siempre debe ser una señal de alerta para cualquier Gobierno, llama particularmente a preocupación la cercanía de estos generales con el presidente Fernández y por ende, por tratarse de personas del entorno y círculo íntimo presidencial, no debería Fernández caer en la irresponsabilidad de no hacer algo respecto a esta medida tomada por los Estados Unidos que sin dudas tiene implicaciones graves.
Es imprescindible que el Presidente ordene una investigación seria y profunda sobre las razones que llevaron al Gobierno de los Estados Unidos al retiro de las visas norteamericanas a estas personas, que los suspenda inmediatamente de sus funciones y que una vez conocidos los detalles de dicha investigación no le tiemble el pulso para llegar hasta las últimas consecuencias.
Tal como dice el periodista Gerardo Reyes, “Univisión no tiene calendarios políticos”, y por ende sus investigaciones nada tienen que ver con campañas, encuestas y partidos, sino con una labor periodística no contaminada.
