Pena de pueblo. De sus gobernantes ha aguantado perturbaciones étnicas con genocidio, atraso intelectual con genocidio, progreso material con genocidio, ser gran imperio con genocidio.Aprehende su historia y se hace república para que amigos del genocidio diezmen su población. Sufre 30 años de dictadura con genocidio. Al final el caudillo por la gracia de Dios revive la monarquía y regala a España un monarca que cree en un sistema ético propio, solo para su familia, que lo equipara con los delincuentes cuyos dineros le permiten voltear las caras de los prosecutores.
Monarca especial. Regaña a su yerno por sinvergüenza mientras quebranta leyes internacionales e irrespeta el protocolo diplomático. Arrogante mostrenco que se atreve a decir a otro jefe de Estado ¡cállate ya! Pobre España. Cuando crece de entre tu población acobardada por décadas de vejámenes un verdadero héroe justiciero, asistes impasible al teatro de su aniquilación por obra del fantasma del genocidio redivivo en una corte fascista. Y pierdes de ver tus muertos. Oh España. De virtudes ocultas y viejas glorias, que apoyas desmanes y obras de los tuyos sin cuestionar, y acusas y amenazas sin averiguar, sin recordar que de ti venimos, pero crecidos andamos a la par.
Somos tu indiada. Hijos de tus crímenes de exterminio, testigos de tu saqueo y genocidio. Entrega tú, de lo que debes a este mundo, a tu protegido neocolonial -que ya sacó mas que lo que trajo- lo que cobra por sus títulos de propiedad.
No te equivoques, España. Estos criollos de ti no son criollos tuyos, a quienes puedes extorsionar con amenazas de azotes de padre al hijo malcriado o con chantajes y extorsión a todos los hermanos. Las amenazas raramente producen suficiente miedo para someter al amenazado a la voluntad del tirano. Por contrario, lo mueven al heroismo. Qué poca visión y mal tacto el de quien dijo que la expropiación de la Argentina puede perjudicar a toda la América Latina. Con tal declaración solo consigue mayor cantidad de enemigos.
Pero hay algo, España, que no entiendes. Las naciones tienen derecho a expropiar recursos que definan como vitales. Así frente a tal declaración y a una expropiación en concordancia con sus leyes, solo queda como recurso legal la negociación de un precio justo. No de uno impuesto por el otro lado. Porque, después de todo, hay un valor de mercado.
Permite que se negocien los títulos en las bolsas de valores para que sepas cuál es. Así podrás calcular también las ganancias fruto de la especulación que equivaldrían a las pérdidas del valor de mercado de los títulos fiduciarios después de que se deje actuar en libertad a las bolsas de valores.
