No se puede borrar la historia

Algunas personas que han estado en conflicto con la ley o han vivido situaciones difíciles que trascienden al plano público se dirigen a los medios pidiendo que les retiren de las páginas electrónicas contenidos publicados sobre hechos concretos&#8230

Algunas personas que han estado en conflicto con la ley o han vivido situaciones difíciles que trascienden al plano público se dirigen a los medios pidiendo que les retiren de las páginas electrónicas contenidos publicados sobre hechos concretos presentados por las autoridades.Puede ser una empresa prestadora de servicios de salud envuelta en una litis por supuesta mala práctica médica que posteriormente logra su habilitación por el Ministerio de Salud; o un joven acusado por la Procuraduría General de la República de ser parte de una banda dedicada a fraudes de telecomunicaciones y dos años después mediante una certificación de la misma Procuraduría sostiene que no tiene antecedentes penales.

El mundo ha cambiado. En el pasado una persona aparecía en un medio impreso por un ilícito o en cualquier otra circunstancia. El documento se perdía en los archivos o en la mejor hemeroteca. Ahora el contenido digital permanece vivo.

Los medios electrónicos no controlan esa información, que se multiplica en sitios convergentes, o “rueda” por las redes sociales. Asimismo, las grandes empresas de contenido la colocan bajo su propio dominio. En una palabra. Ya ningún medio “controla” lo que se divulga por la Web. De esa forma resulta prácticamente imposible “tumbar” una información publicada en un medio digital.

Siempre los hechos han perseguido a las personas. “Por sus hechos los conoceréis”. Antes podían quedar en el olvido, enterrados en toneladas de papeles. Ahora quedan adheridos a las personas, como un título a una propiedad.

De lo que se trata es de la historia. Los medios van construyendo la historia. No pueden “sacar” lo que salió a la luz.

Las personas tienen el derecho a reclamar que se rectifique lo que consideran una información errónea. Los medios pueden recoger las versiones sugerentes de que una imputación ha resultado falsa en la justicia, pero no tienen cómo borrar una acusación formal de la Policía o del Ministerio Público.

Lo más importante es que las personas eviten entrar en conflicto con la ley. Y actuar como buenos ciudadanos. Es la mejor vía para evitar las exposiciones negativas.

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