Ya la Junta Central Electoral (JCE) entregó su última versión del Padrón o Registro Electoral, según el cual 6,504,943 dominicanos están aptos para ejercer el sufragio en las próximas elecciones.Es un paso hacia adelante, indicador de que el proceso tiene que cumplirse como está previsto, el próximo 20 de mayo. Algunos ruidos persisten, como el cuestionamiento del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) al director del Centro de Cómputos de la JCE.
Al margen de esa diferencia, los actores políticos actúan de cara a un mercado electoral que observa el desempeño de quienes aspiran a dirigir la nación.
Las naciones no cambian de un día a otro. Van conformando categorías y percepciones sobre las aspiraciones de sus pobladores. Un complejo mecanismo de lo que se puede definir como la adopción de conciencia respecto de sus grandes problemas: servicio de salud, alimentación adecuada, educación, seguridad ciudadana, servicios esenciales para la vida como electricidad, agua potable y calidad de gestión medioambiental, lo que va acompañado de la habitabilidad en condiciones mínimas, como el derecho a un techo que responda a las exigencias de las sociedades de estos tiempos.
A estas expectativas de lo que se puede considerar el ciudadano simple, habría que agregar las demandas de quienes mueven la producción y el mercado, de modo que la economía se mueva y el país crezca.
En fin, que los pueblos, al margen de las manipulaciones, desesperanzas y relativo desconocimiento de los marginados sobre sus derechos, quieren vivir y deben vivir mejor. En un mundo como ese, a los pueblos no se les puede adormecer con mentiras sobre mentiras.
Los postulantes tienen que presentar discursos creíbles y propuestas viables. Una plataforma para una gobernabilidad que responda a las aspiraciones de los ciudadanos. Por ello, es de suma importancia que los candidatos y sus partidos formalicen sus propuestas de gobierno para los próximos cuatro años.
Es una necesidad, no sólo como mero requisito de campaña, sino como un requerimiento de Nación.
