Así como el béisbol que posee reglamentos, estableciendo la forma en que debe practicarse un juego de pelota, indicando el procedimiento a seguir de cada jugador, de igual manera, nuestra nación tiene estatutos y ordenanzas que nos muestran cuáles son nuestros deberes y derechos y nos exigen que nos comportemos correctamente ante la sociedad y nuestros semejantes.
Por lo tanto, se hace urgente que conozcamos los parámetros señalados en la Constitución y los respetemos como buenos jugadores pertenecientes al equipo estrella República Dominicana.
La Constitución está compuesta actualmente por 277 artículos y 15 títulos, los cuales han sido modificados 38 veces desde su proclamación el 6 de noviembre de 1844, día en que se celebra el nacimiento de la Carta Magna en nuestro país.
Es necesario destacar al primer jugador que botó la bola, el patricio ideólogo Juan Pablo Duarte, maestro inspirador de nuestra constitucionalidad.
También es imprescindible que la Constitución de la República haga mención de las tres bases principales que la conforman, primera, segunda y tercera, mejor conocidas como Poder Legislativo, Poder Judicial y Poder Ejecutivo, si la Constitución no consta de estas tres bases, es imposible llegar a home run y anotar una carrera, es decir, que la misma no sería efectiva y no cumpliría con las funciones para la cual fue creada. Dicha constitución debe ser ratificada siempre por el Poder Ejecutivo o ‘ampaya’, quien otorga un decreto dando fe de aprobación.
Es primordial que nosotros, como jugadores de este equipo, tengamos una comprensión clara y precisa de nuestro reglamento constitucional, ya que si en algún momento el ‘ampaya’ o cualquier otro jugador del equipo contrario y quién sabe si hasta del mismo equipo nos quiere engañar, podamos defendernos y hacerle un gran out.
Jugador y jugadora de nuestro país, preocupémonos por aprender y conocer los fundamentos que rigen el destino de nuestro equipo (República Dominicana), convirtámonos en jugadores preparados, prestos para cumplir con nuestro deber y defender nuestros derechos plasmados en nuestra Ley de Leyes, la Constitución de la República Dominicana.
