Puerto plata. Con una marcha y el bloqueo de la vía, organizaciones comunitarias iniciaron ayer un paro por 48 horas, en reclamo de la construcción de la carretera turística Gregorio Luperón.En todo el trayecto de la vía que une a Santiago con Puerto Plata, los revoltosos quemaron neumáticos y derribaron árboles. Los residentes advierten que el mal estado de la carretera arruina sus vidas, ya que muchos negocios han quebrado, mientras los agricultores tienen dificultad para transportar sus productos.
Varios agentes policiales intentaron impedir que los manifestantes colocaran minibuses, carros y camiones en medio de la vía para cerrar el paso desde Sosúa hasta Puerto Plata. Otro grupo de manifestantes se concentró en la comunidad de Gurabo en Santiago.
La protesta
Los manifestantes que salieron desde los distritos municipales de Pedro García, en Santiago y Yásica, en Puerto Plata, llegaron hasta La Gran Parada donde se concentraron con cartelones, lanzando consignas en demanda de la obra.
Precisaron que la carretera presenta varios puntos críticos, debido a los constantes deslizamientos de tierra. César Mézquita, coordinador del movimiento de protesta, expresó que debido a las condiciones de la carretera, muchos puestos de venta de frutas, artesanía y negocios de venta de comida cerraron sus puertas por falta de compradores. “Ya nos cansamos de reclamar con protestas pacíficas sin que nos hagan caso. Ahora tomaremos las calles hasta que lleguen los equipos e inicien los trabajos”, apuntó Mézquita.
Erundina Caraballo narró que las dificultades por el deterioro de la carretera impidieron trasladar a una sobrina suya a un centro de salud para intervenirla tras sufrir un accidente. “Llevamos años reclamando esta obra y ningún gobierno se conduele”, dijo.
Comunitarios no quieren más remiendos a la vía
Miguel Paulino, quien representa a los sectores ligados a la Iglesia católica, clubes culturales y deportivos, lamentó que apenas se hacen reparaciones que se deterioran cada vez que llovizna. Advirtió que asumirán nuevos planes de lucha para hacer valer el derecho de, al menos, 40 mil personas que utilizan la carretera turística al desplazarse en carros, motores o a pies.
