La dirección de elCaribe se excusa con todas las ganas ante el honorable magistrado presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) por una publicación, carente de fundamento, según la cual, este servidor público se había aumentado el salario. No nos detuvimos a hurgar más allá de una aparente realidad. No contrastamos la información debidamente con la fuente, como debe ser, antes de divulgar el simple dato. Y en efecto, habríamos descubierto que el magistrado, en vez de aumentarse el salario, lo que hizo fue transparentar los ingresos que percibe cada mes por conceptos diversos. Su propósito ha sido propiciar que la Dirección General de Impuestos Internos grave la totalidad de los emolumentos que percibe.
Uno de los conceptos, “gastos alimenticios”, que el cargo tiene asignado, el presidente de la SCJ prefirió renunciar al mismo, en el entendido de que no hay razones para que el Estado le pague su alimentación mientras desempeña sus funciones en la sede de la institución.
Como puede observarse, se trata de una actitud voluntaria, digna, que bien podría ser emulada por otros servidores públicos.
El juez presidente de la Suprema Corte de Justicia fue sin embargo muy gentil al hacer las precisiones de rigor. Llamó a este diario, primero a través de la directora de prensa de ese órgano, y luego dialogó por vía telefónica, adelantando que enviaría una explicación por correo electrónico. No conforme, pidió amablemente ser recibido, porque deseaba entregar su correspondencia con las pruebas anexas. Y en efecto, minutos después llegaba a la sede de elcaribe, con una escasa escolta.
Un ciudadano sencillo que vino a traer todos los datos que no fuimos capaces de colectar y entregar a los lectores. Celebramos la sencillez, la humildad y la conducta ejemplar del presidente de la SCJ, quien se mostró siempre tranquilo y sin muestra de enojo, agradecido de tener la oportunidad de contar la realidad.
Alabamos esta manera de proceder del doctor Mariano Germán Mejía. Reconocemos voluntaria y seriamente nuestro error.
