La Habana. El régimen cubano alquilará a partir del 1 de enero “gradualmente” propiedades estatales a trabajadores de oficios manuales para las actividades por cuenta propia.
Los empleados de empresas estatales para servicios técnicos y del hogar pasarán a “integrar” de “forma gradual durante este año” el sector del trabajo por cuenta propia, según las normas ministeriales del 23 de diciembre.
Las medidas, parte de las reformas impulsadas por el gobierno de Raúl Castro para “actualizar” el modelo económico cubano, prevén ceder en alquiler a los trabajadores los medios de trabajo y propiedades del Estado para realizar sus actividades.
Las autoridades firmarán “contratos de arrendamiento” para el uso de equipos e instalaciones, como lo ocurrido en las peluquerías, otro de los sectores liberalizados anteriormente a la iniciativa privada.
Horarios y precios
Los llamados “cuentapropistas” podrán establecer libremente los horarios y los precios de los servicios que oferten, según “Granma”. Entre los oficios liberados están el de fotógrafos, joyeros, reparadores de colchones y electrodomésticos, así como tapizadores, cerrajeros y relojeros. Las nuevas normas se aplicarán en seis provincias, entre ellas La Habana, y se extenderán luego al resto del país.
Los nuevos “lineamientos” para la política económica aprobados por el Partido Comunista el pasado abril han extendido la apertura a la iniciativa privada de más de un centenar de oficios y actividades.
La llamada “ofensiva revolucionaria” de Fidel Castro puso en manos del Estado todos los pequeños negocios a finales de los 60.
Críticos de las medidas exigen, sin embargo, una mayor apertura que permita también el libre ejercicio de profesiones de mayor cualificación.
El 2011, un año de transformaciones
Un año que el presidente Raúl Castro describió como vital para la revolución vio desfilar una serie de reformas que están transformando la vida económica y social de la isla.
En octubre el Gobierno legalizó el mercado de automóviles y un mes después autorizó la compra y venta de propiedades inmobiliarias, anulando la prohibición de esas actividades vigente por décadas.
