Las relaciones domínico-haitianas siempre han estado marcadas por la confrontación, y aunque luego de la independencia en 1844 y las confrontaciones cercanas a ese evento, no se han producido conflictos armados entre los dos países, en la psiquis de la gente subyace la idea de un conflicto bélico. Para los nacionalistas haitianos, “la isla es única e indivisible”, como proclamó en 8 de julio de 1801 Toussaint Louverture, y para los nacionalistas dominicanos hay un plan internacional encabezado por los Estados Unidos, Canadá y Francia para fusionar ambos países en uno solo, como aseguró el ex presidente Joaquín Balaguer en 1991 cuando a propósito del golpe de Estado contra Jean Bertrand Aristide esos países plantearon que República Dominicana recibiera refugiados del vecino país en caso de que la situación política se deteriorara.
La frontera
Pero desde antes de la guerra de independencia, la cuestión fronteriza ya era tema de conflictos entre los habitantes de Haití y los de la parte Este de la isla. E igualmente lo ha sido la cuestión migratoria, pues con la invasión de los Estados Unidos en 1916 se fomentó la industria azucarera y se importó mano de obra haitiana para los ingenios, aunque el verdadero éxodo masivo de haitianos tuvo lugar en el período conocido como “La danza de los millones”, de 1918 a 1921, debido al incremento en la venta y el precio del azúcar.
La matanza de haitianos en 1937 por parte del dictador Rafael Leónidas Trujillo colocó las relaciones domínico-haitianas en uno de sus puntos más bajos.
En 1963 República Dominicana y Haití estuvieron a punto de irse a la guerra, luego que las fuerzas represivas de la dictadura de Jean Claude Duvalier intentaran ocupar la embajada dominicana y la residencia del embajador dominicano en Puerto Príncipe bajo el alegato de que un militar implicado en el intento de secuestro de los hijos del sátrapa estaría refugiado allí.
Ante el hecho, el ex presidente Juan Bosch movilizó tropas y equipos de guerra a la frontera y lo mismo hizo el gobierno haitiano. Bosch logró la condena internacional para Haití.
El comercio ha sido otro punto de confrontación en las relaciones entre ambos países. Haití es el segundo socio comercial de República dominicana, y ambos países desarrollan un comercio bilateral en que el país exporta unos US$1,000 millones y los haitianos apenas exportan US$40 millones.
No obstante, de forma casi permanente se presentan vedas por parte de Haití a las exportaciones de productos dominicanos, principalmente pollos y huevos, enervando el sentimiento nacionalista.
Sentencia 168-13
La sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional viene a sumar un nuevo elemento de conflicto a tan traumáticas relaciones, pues más allá del tema migratorio, las autoridades haitianas aparecen asumiendo la representación y defensa internacional de los descendientes de haitianos nacidos en República Dominicana entre 1929 y 2010 y que alegan ser dominicanos de nacimiento por haber estado amparado en el derecho al suelo o jus soli.
La actitud de Haití es considerada por autoridades dominicanas como una intromisión en los asuntos internos del país.
De momento Haití ha tenido éxito a nivel internacional, siendo el más significativo el poner freno momentáneo a las aspiraciones de la República Dominicana de ingresar al Caricom, además de diversos pronunciamientos de condenas de parte de instituciones y personalidades. Para este lunes día 2 de diciembre se espera la visita de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, lo que constituye una fuente de preocupación para las autoridades nacionales.
RD ha sido muy solidaria con Haití
Las relaciones domínico-haitianas también se han caracterizado por la colaboración y la solidaridad. Ejemplo es que el movimiento de La Reforma, de Haití, colaboró con Los Trinitarios para la independencia. Trujillo, Balaguer y los Duvalier fueron aliados en el plano político para perseguir a sus desafectos, mientras los opositores de ambos países hacían lo mismo. Cuando Haití fue bloqueado por la comunidad internacional, Balaguer ayudó a que esa economía no sucumbiera mediante el suministro de alimentos y combustibles. El ex presidente Leonel Fernández fortaleció las relaciones, y durante el terremoto de 2009 la solidaridad dominicana se creció a niveles extraordinarios.
