Renovarnos, reanimarnos y reorganizarnos en el 2016

El prefijo “re” es muy común. Lo usamos generalmente cuando queremos repetir algo, darle énfasis a una palabra o hacer una negación. Hay tres “re” que me encantan, y trato de revisarlas en épocas tan significativas como el Año Nuevo y…

El prefijo “re” es muy común. Lo usamos generalmente cuando queremos repetir algo, darle énfasis a una palabra o hacer una negación. Hay tres “re” que me encantan, y trato de revisarlas en épocas tan significativas como el Año Nuevo y la Semana Santa. Parece que Dios promueve en esas fechas el espacio ideal para asumirlas. Es tiempo de renovarnos, reanimarnos y reorganizarnos.

Renovarnos es ser nuevos; cambiar las piezas viejas de nuestra carrocería por unas que funcionen; buscar otros caminos cuando los recorridos nos han hecho perder el rumbo; despojarnos de los estereotipos que nos mantienen estancados; darnos una segunda oportunidad para rectificar y avanzar; tener una visión más amplia sobre el mundo; no continuar con lo cotidiano que limita, los obstáculos que no superamos, el amor que no entregamos, el servicio que no ofrecimos y los sueños que no cumplimos.

Un año nuevo es propicio también reanimarnos, iniciar el año con una energía vigorosa y contagiosa; es valorarnos como ciudadanos y como seres que debemos ser útiles en la sociedad; apartarnos de lo que deprime o entristece, salvo que sea inevitable, y aún así mantener siempre la frente en alto; tener fuerza de voluntad para no decaer, para que ese entusiasmo no sea efímero, esfumándose con los primeros vientos carnavalescos; no desmayar hasta alcanzar nuestras metas, sin importar que sean difíciles o no.

La tercera “re” es reorganizarnos, que es igual a reestructurarnos. Es ser más metódicos; aprovechar el tiempo; concentrarnos en los asuntos que lo merezcan, no en las nimiedades; tener un horario mínimo para nuestros deberes; ocuparnos y no preocuparnos de los problemas; tener ideas claras y propósitos definidos; apartarnos de lo que estorbe nuestro espíritu, pero permaneciendo alertas y firmes para actuar si las circunstancias lo ameritan.

Estas “re” son eficaces si las conjugamos, entre los puntos, con acercarnos más a Dios, que visitemos los templos y busquemos la paz, y que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos; compartir más con nuestras familias; ser más tolerantes y comprensivos en nuestro lugar de trabajo; fortalecer los lazos con los amigos; ser más solidario con los vecinos y luchar más para que nuestro pueblo avance, que esta última parte es esencial en quien aspira ser positivamente diferente.

Lo académico por igual ha de marcar nuestros propósitos de año nuevo. Leer, estudiar, investigar… que ignorantes no podemos quedarnos en un mundo competitivo. Pero nuestra salud no se queda atrás. Hagamos ejercicios, alimentémonos sanamente, no descuidemos las visitas al médico.

Valoro mis tres “re”. Espero que sean mucho más que una guía para lograr que en el 2016 yo sea una mejor persona, renovándome, reanimándome y reorganizándome.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas