Se requiere inteligencia

El Plan de Seguridad Democrática, instaurado en nuestro país desde mediados de 2006 y contentivo de Barrio Seguro, los decretos para controlar los horarios de expendio de bebidas alcohólicas, entre otras cosas, sin dudas han fracasado

El Plan de Seguridad Democrática, instaurado en nuestro país desde mediados de 2006 y contentivo de Barrio Seguro, los decretos para controlar los horarios de expendio de bebidas alcohólicas, entre otras cosas, sin dudas han fracasado en sus objetivos de combatir de manera efectiva la delincuencia. Desde entonces y hasta la fecha, las cifras oficiales de hechos delincuenciales como homicidios, por ejemplo, han crecido de manera sostenida, lo que indica que lo que se está haciendo para mejorar la seguridad ciudadana sencillamente no funciona.

En este 2011, a pesar de algunas mentiras vertidas por representantes del Ministerio Público y de la Policía Nacional que quieren esconder el problema distorsionando la verdad, nueva vez ha crecido la delincuencia en el país.

Si tomamos los datos de homicidios del primer semestre del año (que es hasta donde llegan las cifras publicadas de 2011) y lo comparamos con igual período del año 2010, confirmamos que se han producido 52 homicidios más que en el año anterior. Y éstas son las informaciones que publica el portal de la Procuraduría General de la República, lo que hace pensar que podría tratarse de cifras conservadoras.

Como todo lo que se ha hecho hasta ahora no ha funcionado, se hace urgente que el Gobierno intente medidas nuevas para luchar contra un flagelo que no discrimina. Desde la adecuada iluminación de zonas peligrosas, pasando por sistemas de alarmas comunitarias como los que hay en México y hasta la sustitución de publicidad de campaña por publicidad tendente a condicionar al ser humano en contra de la violencia.

Es indiscutible la importancia del saneamiento real de la Policía Nacional, puesto que el patrullaje nunca servirá si el material humano está dañado. Pero no únicamente cancelando policías y enviándolos a las calles a delinquir con un postgrado, sino asumiendo la responsabilidad de someter a la Justicia a todo el que esté en algo turbio y con ello dejar claro a los demás que no habrá tolerancia. También, hay que considerar la necesidad de modificar las partes del Código Procesal Penal que hacen más fácil al delincuente retornar a las calles, comenzando por establecer prisión preventiva automática para casos reincidentes.

Es necesario tomar en cuenta partes esenciales del rompecabezas como agilizar la implementación del nuevo Modelo Carcelario para trabajar la regeneración de los delincuentes.

Pero lo más importante es entender que sin inteligencia es imposible combatir la delincuencia, por lo que aquellos llamados a encabezar esta lucha deben ser personas capacitadas.

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