Reto irrenunciable

Un estado fallido es uno que no funciona como debería funcionar, como sabemos, lo que se supone es el caso de Haití. Pero como ya señalamos, nuestro vecino fue un caso singular: un Estado no producto de sentimientos nacionalistas, sino de un avatar&#82

Un estado fallido es uno que no funciona como debería funcionar, como sabemos, lo que se supone es el caso de Haití. Pero como ya señalamos, nuestro vecino fue un caso singular: un Estado no producto de sentimientos nacionalistas, sino de un avatar histórico. Esa circunstancia es de la que hay que estar conscientes, servir de base para entender el problema y no renunciar a ayudar a Haití. Probablemente hubiera sido muy distinto si la nación haitiana se hubiera quedado sin Estado propio, como era la idea de su líder original, Toussaint Louverture. La historia se escribió de otra manera; los resultados han sido pésimos. Ahora persiste el reto: La comunidad internacional insistir en buscar salidas dignas para ese país. 

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