El robo de metales de monumentos históricos y lugares públicos no se detiene.
Hace poco más de un mes que desaprensivos sustrajeron la tarja de bronce de la estatua de Casandra Damirón que se encuentra en el paseo de la avenida Jiménez Moya con Rómulo Betancourt. La placa fue robada pese a la vigilancia policial de la zona durante el día y a los caminantes que frecuentan el lugar para ejercitarse.
“Al parecer, los ´palomitos´ calculan la hora que ya no estamos, porque desde que los vemos los despachamos de aquí”, dijeron ayer dos agentes del cuerpo del orden que se encontraban en el lugar durante la visita de reporteros de elCaribe.
Armando Cordero, quien acude a ejercitarse a la zona, dijo que ha perdido la capacidad de asombro frente a este tipo de hurtos que son cada vez más frecuentes por el auge del negocio de las metaleras.
“Ese tipo de robos en este país no es extraño, las cosas se están saliendo de control a nivel de delincuencia porque los policías saben a dónde va ese material, lo que hay que hacer es someter a los empresarios metalúrgicos”, indicó.
La plazoleta en honor a la folclorista barahonera fue inaugurada hace dos años por el Ayuntamiento del Distrito Nacional al conmemorarse los 25 años de la premiación en honor a la soberana Casandra Damirón.
