El doctor Roberto Rosario emite su preocupación en una carta que envía a los presidentes de los partidos políticos. Una copia obtenida por elCaribe, dirigida al presidente y al secretario general del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), resalta que ese discurso tiende a agravarse con “el uso de un lenguaje violento, que llama a la insubordinación y que induce a la confrontación”.En su carta, del pasado 16 de marzo, Rosario dice que esa actitud viola el artículo 216 de la Constitución de la República, y que parecería formar parte de una “campaña dirigida a advertir que desconocerán los resultados electorales, que de manera prejuiciada auguran “un baño de sangre” o recurrir a acciones no contempladas en la Carta Magna para hacer valer lo que interpretan como los derechos, que, según su apreciación, les ha otorgado la ciudadanía”.
Rosario les solicita a los líderes de los partidos que contribuyan a elevar el nivel del debate y por esa vía evitar inútiles confrontaciones, que puedan conducir a pretendidas proclamaciones o reclamos de victoria que no reflejen el resultado de las elecciones.
A continuación, la copia de la carta enviada al presidente y al secretario general del PRD, Miguel Vargas Maldonado y Orlando Jorge Mera:
16 de marzo de 2012
Señores
Ing. Miguel Vargas Maldonado,
Presidente
Lic. Orlando Jorge Mera,
Secretario General
Partido Revolucionario Dominicano (PRD)
Sus despachos.
Ciudad.
Distinguidos señores:
En misiva entregada en esta misma fecha les presentamos un informe detallado de los avances alcanzados por la Junta Central Electoral en el proceso de organización de las elecciones cuya primera vuelta está prevista para el 20 de mayo del año en curso.
De la información suministrada se desprende, que en sentido general hemos caminado de la mano con los partidos políticos en todas las áreas vinculadas al calendario regresivo electoral. Entre las decisiones tomadas se destacan las siguientes:
a) Se conformaron las 155 Juntas Electorales, con un consenso que involucró al espectro político nacional y que dejó satisfecho a la generalidad de los partidos políticos.
b) Se conformó un padrón electoral con la participación de los delegados de los partidos políticos, en el cual se tomaron en cuenta las recomendaciones y sugerencias de éstos. Este proceso concluyó con una reunión de trabajo administrativa y una audiencia pública que testimonia el consenso total alcanzado al respecto.
c) Se entregó a todos los partidos políticos el banco de elegibles que contiene la información general de los ciudadanos captados para formar parte de los colegios electorales, de tal manera que éstos tengan tiempo suficiente para investigar a cada uno de estos ciudadanos y en cada Junta Electoral puedan opinar e intervenir, con holgado tiempo e información, en la conformación de los colegios electorales que operarán como órganos administrativos de las asambleas electorales que abrirán el 20 de mayo del presente año.
d) Se implementó, con todas sus consecuencias, previa consulta amplia con todos los actores políticos interesados, la Gerencia Informática Colegiada, que a decir de sus propios miembros, opera satisfactoriamente.
e) Se recibieron solicitudes, sugerencias y reclamos sobre el formato de la boleta y el orden de los partidos políticos; en ambos casos la Junta Central Electoral satisfizo los requerimientos que al respecto formuló el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
f) Se aprobó el procedimiento sobre la transmisión, cómputo y divulgación de resultados simultáneos; esta propuesta, salvo pocas excepciones, contó con el respaldo de la casi totalidad de partidos políticos reconocidos, manifestando por escrito su aprobación varias de las agrupaciones, tales como el PTD, UDC, PRD, Frente Amplio, entre otros. Sólo uno o dos partidos expresaron sus reservas sobre este procedimiento.
g) Se dispuso la ejecución de la auditoría al padrón electoral y el centro de cómputos de la JCE por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), a pesar de que la institución tenía sus reservas respecto de la empresa contratada, Cid Latinoamericana, por sus vínculos con una organización política en el país, obviamos tales reservas y asumimos la parte restante del costo, y la otra partida fue aportada por los Estados Unidosde América.
Como se puede constatar, ha primado el espíritu de consulta y de flexibilidad de la Junta Central Electoral para llevar el proceso al nivel de organización que tenemos hoy y lograr los altos niveles de credibilidad y confianza que las empresas encuestadoras reconocidas presentan en sus trabajos de campo.
Continuamos abiertos y dispuestos a aceptar todas las sugerencias y recomendaciones que faciliten quela Junta Central Electoral cumpla con su deber y la obligación que establece la Constitución de garantizar que el proceso electoral en curso se realice con sujeción a los principios de libertad y equidad en el desarrollo de la campaña y transparencia en nuestras actuaciones.
No obstante toda esta actuación de la JCE, nos sentimos altamente preocupados por la irrupción en el proceso electoral de una serie de conceptos y frases a través de los diferentes medios de difusión, que son contrarias a la decencia, al decoro y a la dignidad de las agrupaciones, partidos políticos o aspirantes adversos. Esto agravado con el uso de un lenguaje violento, que llama a la insubordinación y que induce a la confrontación.
El tema nos preocupa, ya que personas de cierta relevancia han aparecido en algunos medios de comunicación exhibiendo un lenguaje violento, que incita a la reproducción del mismo y a prácticas similares, que contradice el espíritu y la letra del artículo 216 de la Constitución de la República que establece que los partidos políticos deben contribuir con el fortalecimiento de la democracia, con la formación y manifestación de la voluntad ciudadana en condiciones de igualdad y respetando el pluralismo político, que establece como uno de los fines principales de los partidos el servir al interés nacional y al bienestar colectivo.
En adición a lo expuesto anteriormente, escuchamos de manera reiterada en los medios de comunicación voces que promueven ideas y valores no democráticos, que han iniciado una campaña dirigida a advertir que desconocerán los resultados electorales, que de manera prejuiciada auguran “un baño de sangre” o recurrir a acciones no contempladas en la Carta Magna para hacer valer lo que interpretan como los derechos que, según su apreciación, les ha otorgado la ciudadanía.
Como es de su conocimiento, no es hasta el 20 de mayo de 2012, una vez cerrado y computado el escrutinio de los votos emitidos por el ciudadano, cuando se determinará quién o quiénes dirigirán los destinos del país por el próximo cuatrienio, y los diputadas y diputados electos para representar a la diáspora dominicana, y en ningún caso los actores del proceso podrán proclamarse, ni reclamar la victoria por el resultado de las elecciones, razón por la cual solicitamos su colaboración dirigida a elevar el nivel de debates durante lo que resta del proceso electoral en curso, donde imperen las propuestas programáticas, a las denostaciones personales, asumiendo el compromiso de respetar los resultados que habrán de surgir a propósito de la votación de ese día, y desaprobando cualquier iniciativa tendente a producir un estado de ánimo de enfrentamiento entre los miembros de las entidades políticas que terciarán en este certamen, colaborando para que se adopten medidas al respecto, que hagan cesar estas acciones y eviten que llegue el dolor, las lágrimas y el luto a las familias dominicanas, en pro de su bienestar y el fortalecimiento del sistema democrático e institucional.
Agradecemos la presencia de los dignos representantes de la Iglesia católica que se encuentran con nosotros, y que de seguro están dispuestos a ofrecer su respaldo al proceso y a contribuir como siempre lo han hecho con sus orientaciones y sabios consejos.
Queda de ustedes,
Atentamente,
Dr. Roberto Rosario Márquez
Presidente
