Salvador Pérez es un jugador que no pretende escandalizar con su olor. El carismático receptor de los Reales usó perfume de Victoria Secret a finales de la temporada 2013, esencia que Alcides Escobar roció sobre él; aquel día Pérez tuvo un juego de cuatro hits. “Ganamos, celebramos y entonces le pregunté que ‘¿dónde compró eso?’ “, recordó Pérez esta semana durante la Serie Mundial. “Tengo que comprar algunos, tal vez para usarlos el resto de mi vida”.
A partir de ahí Pérez se quedó con el “olor del éxito”, aunque cambió este año a la colonia 212 Men de Carolina Herrera. “El más raro del equipo por lo general es el mejor del equipo,” dijo el jardinero de los Reales Raúl Ibáñez. “Hay un montón de cosas raras que pasan por aquí”.
Pérez indicó que Pablo Sandoval, de los Gigantes de San Francisco, Víctor Martínez, de Tigres de Detroit, y Prince Fielder, de Vigilantes de Texas, son algunos de los jugadores que han comentado sobre su olor en el juego de béisbol. Incluso Miguel Cabrera preguntó dónde podía conseguir un poco para él.
Los árbitros también han tomado nota del peculiar aroma.
“Creo que Jerry Meals me comentó: ‘Salvy, hueles bien’”. Pérez explicó que “nosotros sudamos mucho y en consecuencia no olemos del todo bien”.
El extraño olor de Pérez y Escobar se ha convertido en parte de la identidad de los Reales. “Sé que ellos dejan un olor dulce en el banco, eso es seguro”, dijo el manager de los Reales Ned Yost. “Esa es una de las cosas inusuales. Pero ha sido eficaz…, y funciona para ellos”.
Aún así, no todo el mundo ha percibido el novedoso aroma que invade al diamante. “Yo no voy por ahí oliendo las axilas de los receptores”, dijo el ampáyer Joe West antes de romper a reír. Pérez era un agente libre de 16 años de edad, en Venezuela, cuando firmó con los Reales en el 2006. Pasó tres temporadas en la liga de novatos, avanzó a Clase-A en 2009 y su progresión acelerada le permitió debutar en Grandes Ligas en agosto de 2011.
