Santiago.-Los santiaguenses que se quedaron en la ciudad, encontraron durante tres días un paliativo a la crisis económica y espacio para la diversión y recreación en el área donde la Alcaldía levanta el Paseo río Yaque.
Pese a que a la lluvia, una masa humana acudió desde el viernes hasta el domingo, algunos a las diez piscinas instaladas, otros jugando dominó, o en las competencias de baloncesto o voleibol.
Las medidas de seguridad eran tan extremas que hasta los niños de apenas siete años eran revisados en las puertas de entradas.
Agentes policiales, o de la policía municipal estaba a cargo de la vigilancia. El primer día, el alcalde Gilberto Serulle quiso inaugurar la instalación de las piscinas inflables dándose un chapuzón.
Ramona Santos acudió junto a sus tres hijos a lo que el cabildo denominó el piscinazo y lo valora como positivo, pues dice no tenía dinero con que llevarlo a un hotel o la playa.
“Al menos mis hijos tuvieron un lugar donde divertiste y pasarle de forma segura, esto fue una buena idea del alcalde Serulle”, apuntó santos al hablar con reporteros de El Caribe.
Mientras algunos la mayoría prefirió quedarse, otros optaron por hacer viajes a las platas e la costa norte, específicamente en Puerto Plata, Cabarete, Montecristi, Nagua y Samaná.
Las labores preventivas esta vez fueron mayores, con la instalación de 111 puestos móviles y fijos y 20 ambulancias, en las principales avenidas, carreteras y balnearios.
Además participaron cinco mil voluntarios en esta provincia, que fueron apostados en las carreteras para prevenir accidentes a la salida y regreso.
