Sector disidente del PRD está dividido en varios grupos

Aunque comúnmente se habla de un enfrentamiento entre el sector institucional y los seguidores de Hipólito Mejía, en la crisis del PRD participan otros actores, principalmente en el grupo disidente, el cual está dividido en subgrupos con distintas&#82

Aunque comúnmente se habla de un enfrentamiento entre el sector institucional y los seguidores de Hipólito Mejía, en la crisis del PRD participan otros actores, principalmente en el grupo disidente, el cual está dividido en subgrupos con distintas posiciones, aspiraciones y metas.

En la lucha, aparentemente  motivada por el control del partido, pero que tiene otros elementos en juego, incluyendo las candidaturas para el 2016, está por un lado Miguel Vargas y la dirección partidaria, ya oficializada en todas las instancias posibles, y por el otro lado, un sector disidente en el que, el llamado “PPH” es solo un ingrediente, aunque obviamente, muy determinante.

 Además de Mejía y sus seguidores, hay otros sectores con fuerza como el que encabeza su excompañero de boleta, Luis Abinader. Pero también Neney Cabrera, a quien se le atribuyen aspiraciones presidenciales, representa un grupo emergente importante.

 Hay una serie de dirigentes que son, en cierto modo, independientes, pero que mantienen una alianza coyuntural con Mejía, entre ellos figuras emblemáticas del partido blanco, como son Enmanuel Esquea Guerrero, Rafael -Fello- Suberví, Ramón Alburquerque y Milagros Ortiz Bosch.

Otros independientes, pero de la generación intermedia, son Alfredo Pacheco y el expepehachista Guido Gómez Mazara, mientras que entre los más jóvenes figuran Eduardo Sanz Lovatón, Jean Luis Rodríguez y Wellington Arnaud.
Una categoría especial la conforman los que los disidentes asumen como “directivos institucionales”. Se trata de dirigentes que llegaron de la mano de Miguel Vargas a los principales cargos directivos, y hoy hacen causa común con Mejía y sus aliados. Ellos son Orlando Jorge Mera, Andrés Bautista, Geanilda Vásquez y Janet Camilo.

Está también el grupo de los viejos robles, a quien el mismo Mejía se refiere a modo de chanza como “dinosaurios”. Son verdaderos símbolos del perredeísmo, como Vicente Sánchez Baret, Tirso Mejía Ricart e Ivelisse Prats de Pérez.

Grupos principales

Los dirigentes cercanos a Mejía, que conforman lo que antes era el PPH y que luego cambió a Proyecto República Dominicana (PRD) son Héctor Guzmán, Hernani Salazar, César Cedeño, César Sánchez, Pastora Méndez, Ana María Acevedo, Sergio Grullón, Víctor Méndez, Fafa Taveras, Chú Vásquez, Alberto Atallah, Arturo Martínez Moya, Luis Ernesto Camilo, Yadira Henríquez, Arsenio Borges, José Miguel Cabrera y Yayo Matías, entre otros.

Siguen a Luis Abinader dirigentes como Tony Peña Guaba, Rafael Santos, Roberto Fulcar, Deligne Asención, Darío Castillo, Luis Delgado, Félix Aracena, Héctor Cruz, Alexis Jiménez, Bertico Josefa Castillo, Chacho Landestoy, Antonio Rosario, Rolfi Rojas, Víctor Lasosé y Adolfo Pérez de León.

Entre los cercanos a Neney Cabrera figuran Eligio Jáquez, Angel de la Cruz, Leivin Guerrero, Eugenio Cedeño, Esther Minyetti, Juan Maldonado y Edme Arnaud.

Los de Miguel

En el sector que encabeza el presidente del PRD hay menos figuras conocidas, aunque uno de sus puntos fuertes es su influencia en la bancada de los diputados, así como entre alcaldes y regidores, que constituyen una buena parte del liderazgo provincial y municipal.

Entre los más cercanos a Vargas, se encuentran Julio Maríñez, Aníbal García Duvergé, Rafael –Fiquito- Vásquez, Junior Santos, Francisco Fernández, Salím Ibarra, Ruddy González y Henry Sarraf.

En el grupo de Vargas hay desde dirigentes históricos como Fulgencio Espinal y Onolia Colón hasta jóvenes como Víctor Gómez Casanova y Amín Vásquez, lo que indica que la actual crisis no es motivada por una “lucha generacional”, como en ocasiones se ha alegado.

Algunas figuras que en el proceso electoral estuvieron al lado del candidato Mejía han decidido respaldar a Vargas en esta coyuntura. Tonty Rutinel, Carlos Gabriel García y Hiddekel Morrison son de los que han dado el paso.

Lo que une y lo que separa a los disidentes

Dentro del amplio sector que se ha agrupado en torno a Mejía, hay muchas diferencias, pero el elemento común es la animadversión hacia el presidente del partido, a quien culpan, en gran medida, de la derrota del 2012.

Las diferencias radican en el método de enfrentar a Vargas. La mayoría insiste en que se eche el pleito adentro, mientras que otros, aunque evidentemente en minoría, plantean la formación de una nueva fuerza política.

Hay quienes no tendrían problemas en que Vargas sea el candidato presidencial, pero otros adelantan que nunca trabajarían por él en una campaña. 

De hecho, las propuestas que se han discutido hasta el momento para reunificar la organización se han caído fundamentalmente por la oposición de figuras y grupos que forman parte del sector opuesto a Vargas.

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