La sedimentación es la acción producida por la degradación de las cuencas de los ríos, que desprende materiales sólidos, que son transportado por una corriente de agua acumulándose en los lechos de sus cauces, limitando así las secciones hidráulicas de estos produciendo modificaciones adversa en el curso de los ríos, lo que ocasiona serias erosiones en sus riberas, y que ante la presencia de grandes avenidas, se producen inundaciones por desbordes, ocasionando pérdida de vida y grandes daños a la economía del país.
Uno de los principales problemas que padecen nuestras presas, es que por largos años no hemos tenido un plan eficaz de reforestación para proteger adecuadamente las cuencas hidrográficas, como elemento esencial para la producción de lluvias, que por infiltración de los suelos van a parar a los ríos y estos a su vez a llenar los embalse de las presas. Uno de los aspectos de mayor relevancia para la vida útil de una presa, es que esta pueda almacenar la mayor cantidad de agua para lo que fue diseñada y construida.
Es de rigor que desde el diseño para la construcción de una presa, hay que inmediatamente elaborar una plan eficiente de reforestación en su área de influencia, para que no se degraden los suelos, y así evitar que se produzcan sedimentación, que irían a parar a los embalses, lo que resulta de muy difícil solución, para su extracción por los altos costo que se genera.
Cada año tenemos perdidas millonarias por destrucción de obras de infraestructuras civiles e hidráulicas, y daños a la agropecuaria, ya que agua arriba de los cauces, se original muchos inconvenientes producido por azolvamiento de sedimentación, ya que es una de las principales causas de la roturas de los aproches de los puentes y alcantarillados en las carreteras, caminos vecinales y bermas, y además erosionando las pilas de esos puentes.
Los efectos que provoca la sedimentación, van en detrimento de la economía de los pueblos por ejemplo: hay que destacar las pérdidas de los productores de arroz del Bajo Yuna, cada vez que se producían grandes lluvias, que por sedimentación de varios puntos del río Yuna, se producían frecuentes inundaciones, lo que tenía a estos hombres del campo en pérdidas constantes.
El 5 de enero del año 2013 en una visita sorpresa, el presidente de la República, Danilo Medina, se reunió con los parceleros y miembros de la Junta de Regantes de Limón del Yuna y Aglipo II, con quienes analizó los problemas que padecían estos agricultores. Y ordenó el dragado de 20 kilómetros del río en el bajo Yuna, que sus crecidas afectaban unas 146 mil tareas aptas para el cultivo de arroz. El dragado se realizó finalmente en 22 kilómetros, y a finales del mes de mayo del año 2014, leíamos en los diarios del país. “Los trabajos de dragado realizados por el Gobierno en 22 kilómetros del Bajo Yuna en Villa Riva, Arenoso y Samaná, evitaron pérdidas millonarias en la agricultura y daños a las infraestructuras en carreteras, caminos, canales de riego, acueductos y la paralización de las actividades económicas y sociales de esos lugares”. Había sembradas de arroz más de 300 mil tareas, la mayoría de las cuales antes eran afectadas por las inundaciones, pero después del dragado de los 22 kilómetros del río Yuna, no ocurrió ese problema. Eso se llama política de Estado para el bien del pueblo.
No podemos seguir especulando sobre el porcentaje de sedimentación que tienen las presas del país, por lo que es necesario, realizar un estudio batimétrico a cada presa, para determinar la capacidad real de sedimentación de esas presas y cuantificar el costo de limpieza.
Es cierto que en la República Dominicana faltan por construir muchas presas, pero debido al alto costo que conllevan estas megas infraestructura y la necesidad de almacenar gran cantidad de agua, Se hace necesaria la extracción y clasificación de los materiales que se depositan en la cola de los embalses, y dedicar una parte a las construcciones gubernamentales, y otra como abono orgánico en la agropecuaria.
Más del 40% de sedimentación poseen todas las presas del país, lo que disminuye en la misma proporción su capacidad de almacenamiento de agua.
Por lo que la afirmación del presidente Danilo Medina, en su primera visita sorpresa después de las recién pasadas elecciones. El mandatario visitó los asentamientos campesinos números 118 y 356, Mogollón I y II, del municipio de San Juan de la Maguana. Donde anunció que los próximos cuatro años serán del agua. Y dijo no dejaré que el agua se siga perdiendo, que se almacenara dondequiera que se pueda almacenar el preciado líquido. Se hace urgente intervenir los ríos con fines de corrección y adecuación de sus cauces y protección de sus riberas, con el objetivo de devolverle su capacidad de descarga natural, y disminuir la sedimentación y así como también proteger su ribera para evitar erosiones negativas y desbordamientos. Se requiere de estudios técnicos de hidráulica fluvial especializada de alta competencia técnica, que determine la forma óptima de encauzamiento.
En muchos países con más desarrollo que el nuestro, han preferido construir nuevos embalses, en lugar de extraer los sedimentos, por la dificultad de botar ese lodo contaminante, también presente, pues no todo es materiales para la construcción que se obtiene. A esto hay que agregar que para sacar el sedimento de las presas se necesitan equipos muy especializados que sólo los poseen algunas compañías y su ejecución es muy costosa.
Uno de los principales inconveniente aparte del costo para sacar de sedimentos de los embalses es que algunas presa son muy profunda, tales como Tavera, Jigüey, Aguacate y Monción, lo que se hace muy difícil su extracción de sedimentación. Así que resultaría más conveniente dragar los sedimentos granulares de la cola de la presa. Solo habría que contratar los mismos a las granceras interesadas a través de una licitación.
