Según Aristóteles, la forma más básica de amistad está basada en la utilidad. Esto quiere decir que es deseado y útil que dos personas se asocien si de la relación se deriva un beneficio mutuo. La esencia de este tipo de amistad no está basada en el amor al prójimo, sino más bien se basa en la calidad y la ventaja obtenida de la relación.
En el fútbol americano, la relación más esencial y tal vez la menos notable, es la relación que tiene el mariscal de campo con los linieros ofensivos. Es interesante esta relación de una persona de alrededor de 200 libras con otras cinco personas todas de más de 300 libras, ya que el mariscal es el jugador más importante de la ofensiva mientras que los linieros pueden pasar hasta desapercibidos.
Sin embargo, el éxito de un mariscal se basa en qué tanto tiempo tiene para analizar la defensa y completar un pase para mover el balón hacia la zona de anotación.
Ese tiempo es muy corto, ya que uno o dos segundos más para lanzar un balón marca una gran diferencia para el mariscal y para la ofensiva en general. Los linieros también tienen que abrir los huecos para los corredores lo cual también ayuda al mariscal porque cuando la ofensiva está corriendo bien, la defensa tiende a jugar para la corrida lo que permite al mariscal atacarla con pases largos.
Los grandes mariscales reconocen la importancia de sus colegas que los protegen y los defienden y les permiten tener éxito.
Por esto, después de una gran actuación en un partido, los mariscales tienden a invitar a sus compañeros a una pequeña celebración para agradecer y motivar.
Los mariscales necesitan esos linieros al igual que un gerente necesita a sus colaboradores.
Esta relación sigue la filosofía de Aristóteles planteada en su obra titulada La Política, donde dice que en una sociedad justa, la estima y el reconocimiento mutuo reina sobre los diferentes roles de cada quien.
Imagínense el éxito que tendrían Jay Cutler y Tony Romo si sus linieros los protegieran mejor.
Predicciones (11-16): Dallas, Chicago, San Francisco.
