Que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es la fuerza política más grande del país y el segundo lugar es del Partido Revolucionario Moderno (PRM), son realidades que nadie discute.Sin embargo, el tercer puesto y por ende el recuadro tres de la casilla para fines electorales, aún no está definido si corresponde al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) o al Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

El dilema se presenta por la votación que obtuvieron esas organizaciones en las pasadas elecciones. El PRSC en la boleta A, o sea, en el nivel presidencial, logró 5.66% de los votos, y el PRD 5.88%, por lo que si ese fuera el único criterio que se aplicara para definir la posición que le corresponde en la boleta, el PRD tiene garantizada la casilla tres.

Sin embargo, los precedentes de la Junta Central Electoral (JCE) dan cuenta de que el órgano también toma en cuenta la votación a nivel congresual y municipal para definir el lugar que le corresponde en la boleta.

El PRSC superó en votación a nivel congresual y municipal al PRD, por lo que si el órgano electoral acoge una solicitud del partido reformista y otras 10 agrupaciones políticas minoritarias, de que sea el promedio de los votos alcanzados por los partidos en todos los niveles el criterio que prime para definir su puesto en la boleta, lo más probable es que el partido rojo siga ocupando la casilla tres.

Igual solicitud hizo hace unas semanas el Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), junto a otros partidos, para que la JCE emita una resolución en la que establezca ese criterio para los fines legales y de orden administrativo de cara al 2020.

El antecedente más próximo es el caso del 2012, que la JCE otorgó al PRD la casilla uno de la boleta debido a que de manera individual esa organización alcanzó más votos que el PLD en las elecciones congresuales y municipales del 2010. En el 2008 esa fue la metodología utilizada, según consta en la resolución 12-08 de la JCE sobre el orden de los partidos políticos, aprobada a unanimidad por los nueve miembros que integraban el organismo.

Que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) es la fuerza política más grande del país y el segundo lugar es del Partido Revolucionario Moderno (PRM), son realidades que nadie discute.

Sin embargo, el tercer puesto y por ende el recuadro tres de la casilla para fines electorales, aún no está definido si corresponde al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) o al Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

El dilema se presenta por la votación que obtuvieron esas organizaciones en las pasadas elecciones. El PRSC en la boleta A, o sea, en el nivel presidencial, logró 5.66% de los votos, y el PRD 5.88%, por lo que si ese fuera el único criterio que se aplicara para definir la posición que le corresponde en la boleta, el PRD tiene garantizada la casilla tres.

Sin embargo, los precedentes de la Junta Central Electoral (JCE) dan cuenta de que el órgano también toma en cuenta la votación a nivel congresual y municipal para definir el lugar que le corresponde en la boleta.

El PRSC superó en votación a nivel congresual y municipal al PRD, por lo que si
el órgano electoral acoge una solicitud del partido reformista y otras 10 agrupaciones políticas minoritarias, de que sea el promedio de los votos alcanzados por los partidos en todos los niveles el criterio que prime para definir su puesto en la boleta, lo más probable es que el partido rojo siga ocupando la casilla tres.

Igual solicitud hizo hace unas semanas el Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), junto a otros partidos, para que la JCE emita una resolución en la que establezca ese criterio para los fines legales y de orden administrativo de cara al 2020.

El antecedente más próximo es el caso del 2012, que la JCE otorgó al PRD la casilla uno de la boleta debido a que de manera individual esa organización alcanzó más votos que el PLD en las elecciones congresuales y municipales del 2010.

En el 2008 esa fue la metodología utilizada, según consta en la resolución 12-08 de la JCE sobre el orden de los partidos políticos, aprobada a unanimidad por los nueve miembros que integraban el organismo.