Santiago.-Las conexiones sin regulaciones en los equipos de gas montados carros de concho comienza a preocupar a las autoridades, debido a que en lo que va de año son 60 los vehículos que han explotado y varias personas con quemaduras.
En las estadísticas que maneja tanto el cuerpo de bomberos de Santiago como de la Autoridad Metropolitana de Transporte se establece un aumento en estos casos de accidente.
De acuerdo a Juan marte, presidente de la Central Nacional de Trabajadores del Transporte (CNTT), de los 6,200 carros de concho que operan en el casco urbano, el 99 por ciento funcionan con gas licuado de petróleo y el resto con gas natural.
Mientras que de los 4,800 taxis de distintas compañías y 815 estacionario, el 40 por ciento utiliza ese carburante.
Tan solo en lo que va de mayo, van 14 carros, en su mayoría conchos de las distintas rutas de esta ciudad que han quedaron totalmente quemados al explotar sus tanques.
El hecho más reciente se produjo el pasado día 16 de mayo, con la explosión de un cilindro de gas tras un choque entre dos vehículos dejó tres choferes con quemaduras y cuatro carros destruidos por las llamas.
El hecho se produjo en la avenida Las Carreras con Sabana Larga e Independencia, en pleno casco urbano de Santiago.
Los afectados por las quemaduras fueron los choferes Rafael Mirabal Peralta residente en la comunidad de Gurabo y José Rafael Reyes Rodríguez de la Yaguita de Pastor, una mujer embarazada y una anciana.
Mirabal Peralta y Reyes Rodríguez aún permanecen internos en la unidad de quemados, tras recibir atenciones en el hospital José María Cabral y Báez.
Otra de las preocupaciones del coronel Ricardo Rosario, jefe del cuerpo de bomberos de este municipio son las cantidades de casos por escape en residencia.
En los últimos días se han registrado 45 casos de conexiones de mangueras. Rosario entiende que debe aplicarse mayores sanciones contra quienes se dedican a esa práctica, pues muchas veces los equipos montados a los vehículos son fabricados de forma rudimentaria en patios. Informó que trabajan en un programa preventivo, aunque reconoce la dificultad de regularlos.
“El problema mayor son las malas conexiones, sabemos que la mayoría de los choferes atraviesan una difícil situación económica y colocan el equipo que pueden pagar, peor no debe ser exponiendo a los ciudadanos”, apuntó al hablar con reporteros de El Caribe.
En la Amet son menores los casos manejados por la institución y solo legan un caso al mes o cada dos meses. Juan Marte atribuye al aumento del uso del carburante a las dificultades económicas.
Tanto taxistas como choferes de concho advierte que de no utilizar ese carburante, no podrían subsistir.
