SANTIAGO. Múltiples casos de violencia de género han “manchado” de sangre el mapa del Cibao. El hecho más reciente tuvo lugar ayer, cuando un hombre quemó con agua caliente a su pareja, en presencia de sus hijos.
Brunilda Simó se convirtió en la nueva víctima de agresión, al ser quemada en distintas partes del cuerpo con el agua caliente que le lanzó su marido. El hecho ocurrió en el sector Cienfuegos, a escasos metros donde otra dama recientemente fue afectada con ácido del diablo.
La mujer presenta quemaduras en la espalda que obligaron a internarla en un centro de salud. Su actual pareja, solo identificado como Víctor, cometió el acto de violencia en presencia de los tres hijos de Brunilda, dos mellizos de cuatro años y otro niño de diez.
La pareja vivía en una pensión de la calle 49 esquina 4 del barrio La Piña, junto a cinco niños, dos procreados en el antiguo matrimonio de la víctima.
Tan pronto cometió el hecho, el agresor vendió parte del ajuar, se marchó y aún sigue prófugo.
El pastor Pablo Ureña, un líder de los barrios de Cienfuegos, dijo que son muchas las denuncias que reciben de niños que cuentan cómo sus padres maltratan físicamente a sus madres.
El religioso recordó que recientemente una mujer identificada como Arisleyda fue quemada con ácido del diablo por su pareja, quien aún guarda prisión. Debido a las quemaduras, parte del cuerpo le quedo desfigurado.
Mientras, ayer en medio del llanto y la impotencia, fueron sepultados los restos de Nancy del Carmen Arias, asesinada de varios disparos por Alexis Antonio Collado, en hecho ocurrido en la comunidad de Hato Mayor.
Los enemigos íntimos
En San Francisco de Macorís, el pasado lunes un hombre mató a puñaladas a su pareja.
Raquel Calderon Acevedo (Cathave), de 25 años, residía en la calle primera del sector Taína de este municipio.
La Policía identificó al victimario como Jonathan Félix Sosa, quien está prófugo.
La semana pasada, en La Vega, un hombre le disparó a una menor porque no quería reconciliarse con él. En ese lapso, dos hombres mataron a sus parejas y luego se suicidaron. Un caso sucedió en Navarrete y el otro en Montecristi.
