Sin definir suerte de afectados por fuego

Santiago. Los damnificados por el fuego que destruyó 67 casas en el barrio La Yagüita de El Ejido desconocen cuál será su suerte, debido a que las autoridades carecen de un plan específico para levantar un nuevo proyecto de viviendas.

Santiago. Los damnificados por el fuego que destruyó 67 casas en el barrio La Yagüita de El Ejido desconocen cuál será su suerte, debido a que las autoridades carecen de un plan específico para levantar un nuevo proyecto de viviendas.El consenso general de los afectados es que sean levantados apartamentos en el mismo lugar donde hace nueve días ocurrió el siniestro. Además esperan que empiecen a llegar las ayudas económicas que les permitan el alquiler de viviendas mientras se materialice el proyecto. Sin embargo, algunos integrantes de la comisión designada por el presidente Danilo Medina, objetan su levantamiento por ser una zona vulnerable.

El pasado domingo, técnicos del Ministerio de Obras Públicas comenzaron a hacer mediciones para determinar la factibilidad de construir en los terrenos de La Yagüita de El Ejido. Una parte de los desplazados permanecen tirados en colchones en el club de la comunidad. Otros siguen arrimados en condición de estrechez en casas de amigos y vecinos.

Urge acuerdo

“Hemos recibido ropas, pero necesitamos otras cosas como planchas y otros ajuares”, refiere Ana Julia Sosa. Mientras, para Francisco Javier Plascencia lo más importante es que todos se pongan de acuerdo para que el Gobierno inicie la construcción de sus casas. “Estamos agradecidos de ver el compromiso que hizo el presidente Danilo Medina con nosotros, pero necesitamos que sepan que somos familias que tenemos aquí toda una vida y no queremos salir de aquí”, adujo Plascencia.

Apolinar Ferreira es otro de los desplazados que cada día acuden a la zona del siniestro. Junto a su esposa Julia Sosa, propietaria de una de las viviendas destruidas por el fuego. “Aquí procreamos una hija de 50 años y queremos continuar viviendo en esta barriada”, expresó Ferreira.

Muchos viven con abundantes limitaciones

Rafael Antonio Rodríguez es otro de los afectados que apenas tienen la ropa que les donaron sus amigos. Rodríguez, de 57 años, y quien recibe una pensión de cinco mil pesos, solo quiere pasar sus días en una vivienda digna. Dijo que la esperanza de su familia está puesta en los planes de las autoridades para que puedan agilizar la construcción de las casas.

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