Sobre escribir y hablar libremente

Soy conversador que gusta discutir todo. Por eso muchos amigos me estimularon a escribir mis opiniones, talvez para no tener que oír las peroratas del amigo.

Soy conversador que gusta discutir todo. Por eso muchos amigos me estimularon a escribir mis opiniones, talvez para no tener que oír las peroratas del amigo.Una noche llegue a mi habitación de la pensión, y sobre mi pequeño espacio de la cómoda encontré una nota escrita por mi. Decía: Mañana a las 10:00 presentar escrito al periódico estudiantil. Era mi obligación gestionar que alguien escribiera sobre el área bajo mi responsabilidad. Pero ya no era posible. Así tuve que escribir yo. Ese fue mi primer escrito.

Y aunque prosa, conservo del escrito recuerdos como de versificación poética, que rememora la importancia de la lucha por la libertad y por los derechos humanos. Lucha que tuvo tres culminaciones gloriosas a finales del siglo XVIII y tres en el siglo XX, todas buscando mejorar el lote del hombre común. Hablo de las revoluciones de Norteamérica, Francia, Haití, México, Rusia y Cuba. En esas causas ganadas por la libertad quedaron sepultados como mártires muchos millones y otros tantos del lado de la opresión.

Aquí y ahora sale un fundamentalista religioso, sociólogo, que olvida que nuestras libertades costaron mucha sangre y dolor, proponiendo retrasar nuestro sistema educativo. Procura la entrega del futuro dominicano a la atrasada ideología de su religión, obviando la declaración constitucional que garantiza la libertad de culto y de ideología, libertades ganadas por apóstoles de nuestra libertad, hombres que comprometieron su bienestar y su vida, y vertieron su sangre en beneficio de las generaciones futuras.

No entiendo que en esta época alguien ose proponer que se legisle o reglamente la lectura obligatoria en el aula de libro que alguna secta religiosa considere sagrado, y que tenga los timbales de decir que es sociólogo. Él puede inscribir a sus hijos en colegio religioso. Es elección suya. Yo quiero conservar mi elección, que nada tiene que ver con ideología, pues sí creo que la educación no debe estar sujeta a la sumisión de ningún tipo de ideología.

Dicen el ministro y su sociólogo que hay que eliminar la educación laica. La hostosiana, la que cree en la libertad y en la calidad humana. Que hay que obligar a todos los estudiantes a leer la Biblia, porque hay una ley que lo manda. Si tal vigencia fuese cierta se violaría la Constitución. Sin embargo, de mayor envergadura alarmista es la respuesta ciudadana a la encuesta de elCaribe del dieciséis de los corrientes, que muestra una mayoría abrumadora en favor de que se viole la Constitución Dominicana, obligando a los estudiantes a soportar peroratas religiosas católicas aunque sean contrarias a las convicciones de sus padres.

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