Sobre los aspectos de seguridad y las emergencias

En el año 2000 publiqué en este mismo periódico un artículo con el título “Empuje pero en inglés” en el cual abordé el problema de la seguridad en los centros comerciales y los letreros que tienen las puertas de acceso de éstos y otros…

En el año 2000 publiqué en este mismo periódico un artículo con el título “Empuje pero en inglés” en el cual abordé el problema de la seguridad en los centros comerciales y los letreros que tienen las puertas de acceso de éstos y otros lugares, con un “In an emergency push to open” (En una emergencia empuje para abrir), situación que ha empeorado pues esos avisos de haber sido de un tamaño bien visible han pasado a un cuadrito de una pulgada por lado, y por estar en inglés, muchísima gente no sabe lo que dicen, lo que comprobé.
En un lapso muy corto hemos tenido tres accidentes mayores en envasadoras de gas, y no habremos de sorprendernos si suceden otros en un tiempo relativamente corto, pues según me explicó un ingeniero amigo, experto en esos temas y que realiza inspecciones de seguridad, muchas de las envasadoras y los camiones transportadores de GLP tienen las inspecciones vencidas. Confieso que el nivel de inseguridad que veía en esos establecimientos me hizo desistir de usar gas en mi carro, quitándole el sistema.

Nosotros somos el país de los contrasentidos: los bomberos no tienen autoridad para prevenir accidentes, pero sí deben socorrer a los accidentados. En los demás países, el cuerpo de bomberos es el que autoriza y supervisa ese tipo de instalaciones, así como los edificios públicos, ascensores, etc. Por eso vemos que en pleno siglo 21 se continúe construyendo edificios sin escaleras de emergencias, con puertas de acceso que abren hacia adentro, etc., etc. Un día le pregunté a un oficial de nuestros bomberos porqué ellos permitían que lugares inseguros estuvieran funcionando y su respuesta fue que por una ley le quitaron esa autoridad. Se hace necesario y urgente que dicho organismo sea investido de la autoridad que necesita, y además, hay que abocarse a que la mayoría de sus miembros sean voluntarios y por supuesto, muy mal pagados, y también mal equipados. En una de las fotos del accidente de la envasadora de Alma Rosa II se lee en el uniforme de uno de los bomberos “Edgewood, Fire Dept” como una alusión directa a una donación recibida, quien sabe si de ropa ya descartada. Qué no suceda como en el transporte, que se han creado múltiples organismos que no han resuelto el problema, todo lo contrario.

Los lugares públicos que no cumplen con las normas mínimas de seguridad pululan por doquier, incluyendo plazas comerciales viejas y de reciente construcción, funerarias, teatros, bares, salones de espectáculos, etc. Las salidas de emergencia de los cines desembocan en el lobby de los mismos, y algunos ni la tienen, locales nuevos. Por lo general, y no en el 100% de los casos, quienes cumplen con las normas de seguridad son las empresas internacionales y con ellas los hoteles. No cumplen en el 100% de los casos, pienso yo, porque se aplatanan y como no hay un organismo que vele por ello, se hacen de la vista gorda. Ah, se me olvidaba decirlo, no cumplen con las normas de seguridad porque también aprendieron que a nosotros nos protege Tatica la de Higüey, aunque parece que ha estado muy ocupada últimamente o se está cansando de tanto protegernos. Por el bien de todos, quitémosle un poco de carga a tan distinguida Señora, que ya es tiempo que nos hagamos responsables de nosotros mismos.

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