Somos América, no Las Américas

En el Gran Teatro de La Habana, Barack Obama dijo en castellano: “Todos somos americanos”. Eso me encantó. Luego de Cuba, Obama visitó Argentina. Y allí pidió dejar atrás los viejos debates con Latinoamérica, para construir conexiones más&#8230

En el Gran Teatro de La Habana, Barack Obama dijo en castellano: “Todos somos americanos”. Eso me encantó. Luego de Cuba, Obama visitó Argentina. Y allí pidió dejar atrás los viejos debates con Latinoamérica, para construir conexiones más dinámicas entre los jóvenes de todo el continente. Habló como nativo de estas hermosas tierras.

Creo que es la primera vez que un presidente estadounidense nos trata como americanos. Para casi todos los del poderoso norte, existe “Las Américas”, no “América”.

La primera vez que visité New York alguien me preguntó de dónde era. “Soy de América”, le contesté. “¿Entonces eres de los Estados Unidos?”, me cuestionó de nuevo. “No, soy de América”, le respondí. Mi interlocutor no entendía.

En las escuelas de la patria de Lincoln enseñan que nuestro continente no es uno, sino tres: América, que son ellos, Centroamérica (incluye el Caribe) y Sudamérica. En sus mapas tenemos colores distintos, para evitarles confusiones.

Y nosotros aceptamos esa discriminación como lo más natural. Así se explica que aquellos famosos encuentros de presidentes del área los llaman “Cumbre de Las Américas”, para dar a entender que un George no puede ser del mismo lugar que un Rafael.

Y sin ánimo de discriminar a los sajones y arios que habitan en estas tierras, estoy convencido de que los más auténticos americanos somos los nacidos gracias al encontronazo de las razas indígena, negra y blanca. Lo que surgió de ahí es lo que tiene sabor a Amazona, tambor, a maíz, tabaco, mate, tango, merengue, son, Duarte, Lemba, Moctezuma, Bolívar, Martí…

Estados Unidos de América es el nombre de una gran nación. No se llama “América de los Estados Unidos” ni “Estados Unidos es América”. Y para colmo, parece que también para las civilizaciones modernas América a secas es los Estados Unidos. Lo demás es otra cosa, es una América con apellido, es Latina, como algo despectivo. Somos simples sudacos, sumergidos en un eterno subdesarrollo.

Soy de América, soy un americano de padres tamborileños, aunque mi símbolo patrio no sea el águila y prefiera el arroz con habichuelas al McDonald’s y a Víctor Víctor bachateando que a Elvis rockeando. Es cierto: existe una América rica y otra pobre. Pero, total, es solo una, por más que algunos digan que son tres. ¿O es que acaso son siete los continentes?

Las palabras de Obama van más allá de una simple terminología. No fueron al azar. Representan un acercamiento sin precedentes con naciones vitales para la economía y la geopolítica de Washington. Ya nos lo dijo Benedetti: “… y así entre todos logran lo que era un imposible, que todo el mundo sepa que el Sur también existe”.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas