“No somos responsables por daños o pérdidas causadas a sus vehículos”. Esta expresión es usual en los parqueos de establecimientos públicos y privados donde de prestan servicios.
El mensaje es un reconocimiento del clima de inseguridad en el país. No hay espacio donde las personas puedan dejar un bien, como un vehículo, sin el temor de que pueda ser robado o despojado de varias de sus partes.
Algunos establecimientos tienen un guardián para prevenir los robos y hasta los asaltos contra las personas, pero hemos visto que en ocasiones los mismos vigilantes se asocian con los delincuentes. Hay empresas e instituciones donde se ha probado que algún miembro de su seguridad se prestó para cometer algún delito.
Y la gente no tiene más que resignarse a esa lamentable situación, pero eso no es justo. Los prestadores de servicios deben responder por la seguridad de sus clientes, por la protección de sus bienes y sus vidas. Ya hemos visto agresiones con saldos fatales en parqueos o en la proximidad de negocios.
Es una cuestión muy seria y una fuente de preocupación. No es sólo que las empresas o instituciones asuman responsabilidades, sino que se brinde la protección debida, a la que las personas tienen derecho. No estaría de más, si no existe el imperativo de la ley, que se legisle en esa dirección.
Pero eso de “no somos responsables por daños o pérdidas” no debe ser.
De la Cruz Martínez
El general Juan Ramón de la Cruz Martínez era un hombre amable, de trato sereno, que contribuyó en el proceso de construcción de una mejoría del rostro de la Policía, desde su rol como director de relaciones públicas y en los diferentes puestos que desempeñó en Santo Domingo y en las regiones Norte y Sur.
Durante 35 años, uno de los oficiales con más tiempo en el servicio, no confrontó situaciones graves que dañaran su hoja de servicio, sino reconocimientos.
Acompañamos en el dolor a su atribulada familia y a sus compañeros de la Policía Nacional. l
