E l mundo ha experimentado un cambio en las últimas décadas en muchos escenarios, uno de ellos en lo relativo a la aceptación y a la diversidad. Nuestras sociedades cada día son más plurales, más abiertas. De mayor respeto hacia los demás.
Muchos recuerdan cuando el Papa Francisco dijo que la Iglesia Católica debía pedir perdón a los homosexuales por la forma en que los ha tratado. Estas declaraciones del Sumo Pontífice dejó con la boca abierta a más de uno.
Si bien es cierto que todavía existen muchos prejuicios no lo es menos que cada día más homosexuales son aceptados y queridos en la sociedad sin cuestionar su preferencia sexual.
Cuando famosos como Ricky Martin confesaron al mundo su orientación sexual, muchos gays se sintieron liberados de algo que les oprimía. Y así como el cantante boricua decidió ser padre, así muchos gays han optado por esta decisión. Y es que la ilusión y las ganas de tener un hijo, ese ser a quien cuidar y educar durante todos los días de tu vida, es algo natural en la vida de las personas sin importar su sexo o su condición.
“La capacidad para ser padres no la determina la orientación sexual, sino la calidad humana. En pleno siglo XXI sigue siendo difícil para algunas sociedades aceptar el hecho de que la preferencia sexual de los padres no es relevante a la hora de determinar su capacidad para poder ser papás”. Así lo expresa la psicoterapeuta Beatriz Abad, abordada sobre este tema.
¿Cómo será la vida de un niño que crezca con dos papás donde uno es el papá y el otro hace como mamá?
En una pareja homosexual los roles no se distribuyen como en una pareja heterosexual. En las parejas compuestas por dos hombres no hay uno tratando de ser la mujer y en las parejas de mujeres no hay una tratando de ser el hombre.
Con independencia de la preferencia sexual siguen siendo hombres y mujeres y se comportan como tal y de esta misma forma se van a comportar en su rol de padres. Si una mujer se separa y decide criar a sus hijos sola o con ayuda de su mamá o sus hermanas nadie cuestiona que esos niños han sido criados únicamente por mujeres.
O si un hombre se queda viudo, por ejemplo, y asume la responsabilidad de sacar adelante a sus hijos nadie piensa que eso será perjudicial para los niños. Sin embargo, aún en pleno siglo XXI sigue siendo difícil para algunas sociedades aceptar el hecho de que la preferencia sexual de los padres no es relevante a la hora de determinar su capacidad para poder ser papás. Indistintamente de que sea una pareja homosexual o heterosexual, si son capaces de transmitir los valores, el cariño, la educación y el cuidado que un niño merece tienen la capacidad para poder ser padres.
Ante tanto prejuicio, ¿cómo se maneja?
En el ambiente familiar de una pareja homosexual se maneja de una forma absolutamente natural. Si los niños entran a formar parte de la familia desde una edad temprana pueden aceptar y respetar esta estructura familiar a pesar de no ser lo tradicional.
A los demás niños del entorno social de la familia homosexual los va a afectar en la medida en que los adultos que están a su alrededor tengan o no prejuicios o desconocimiento respecto a la homosexualidad. Las personas que están acostumbradas a compartir con gays y con parejas de gays suelen verlo como algo natural porque tienen la capacidad de comprender que al fin y al cabo son personas como las demás y se centran en la calidad humana y no en la preferencia sexual. Por lo tanto, es responsabilidad de los adultos aprender a ser tolerantes y respetuosos con la sociedad para poder transmitir los valores más apropiados para la armonía, la integración y el respeto a todos los niños de la sociedad.
¿Qué es lo más difícil para un homosexual?
Generalmente para los homosexuales la parte más difícil no es identificar la preferencia sexual, ni siquiera reconocérselo a sí mismos, sino explicárselo a los demás.
Generalmente están conscientes de que puede ser algo difícil de aceptar para las familias y la sociedad en general. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, son aceptados y aunque pueda haber un proceso de adaptación a una realidad que por lo general ya se sospechaba.
Es decir, en muchos casos, cuando un hijo dice que es homosexual, la mayoría de las familias y personas de su vida cotidiana ya se lo imaginaban, independientemente de que estén o no preparados para que esa sospecha se transforme en una realidad.
¿Qué postura deben asumir las sociedades, los colegios, el entorno, etc.?
La del respeto, la tolerancia, la integración, la convivencia, la armonía. La realidad es que vivimos en una sociedad plural y heterogénea en donde estamos llamados a entendernos y convivir. No es una decisión nuestra la orientación sexual de otra persona, ni sus creencias, ni su etnia.
La sociedad está obligada a hacer un esfuerzo para adaptarse a los nuevos tiempos y aprender a valorar a todos por su calidad humana y no por otras cuestiones que al fin y al cabo son circunstanciales. El cambio hacia la tolerancia sólo es posible desde la educación.
Háblame de cuando son mujeres. Dos lesbianas deciden tener un hijo.
No considero que haya diferencias entre que la pareja sea de dos padres o dos madres porque en realidad el prejuicio no nace de ahí, si no del hecho de ser dos personas del mismo sexo.
¿Considera deben evitar ser padres o no?
Definitivamente no. Creo que hay muchas parejas de homosexuales que están altamente cualificadas para ser padres y madres igual que hay muchas parejas de heterosexuales que no deberían tener hijos. La capacidad para ser padres no la determina la orientación sexual, sino la calidad humana. l
Saber
La paternidad en parejas del mismo sexo ha sido un tema muy controvertido que ha creado mucha polémica en el seno de la sociedad. Hasta hace unos años el hecho de que una persona gay pensara en ser padre era algo impensable y muy criticado.
