Hace exactamente un mes que se celebraron las elecciones más competitivas de los últimos años. Como se dice en el argot hípico, fue una llegada de “photo finish”. Ocurrió lo que en esa misma jerga se denomina un gran “fondeo” ya que el que ganó vino desde atrás, superando al que mostraba una cómoda ventaja.
Debido a lo cerrado del proceso, todavía hoy se debaten las causas de los resultados. La victoria de Danilo Medina, pero sobre todo la derrota de Hipólito Mejía, aún son objetos de análisis.
En esta entrega, solo quiero tocar un aspecto de la campaña en la que el PLD superó evidentemente al PRD y es el de los spots publicitarios. Pero me voy a referir a los spots que no se vieron, y que a mi juicio los estrategas perredeístas debieron colocar, si querían competir.
Se dice ahora que Miguel Vargas no apoyó al candidato, y es verdad. Pero para enfrentar esa dañina percepción, el PRD pudo colocar un spot en el que Vargas mandaba a votar por su partido. No tenían que inventárselo, ni manipular nada, como intentaron hacer algunos, días antes de las elecciones. Ese discurso existe. Lo pronunció el presidente del PRD en el acto de proclamación del candidato. Si lo ponían en el aire, Vargas no iba a objetarlo, porque si lo hacía se ponía en evidencia. También debió colocarse un spot en el que los reformistas que apoyaron a Hipólito exhortaran a sus compatriotas a votar por éste. La franquicia hizo su trabajo en el plano publicitario, pero los “rosados” no.
Aunque había figuras importantes del reformismo del lado de “Papá” no se le sacó provecho, y no se presentaron juntos. El spot se hizo, pero no se vio.
Parece que lo pasaron por “el canal de la Mona”. Y obviamente, en el renglón publicitario faltó la campaña negativa. A menos que no existiera algo negativo que se pudiera decir de Danilo, su partido o su gobierno. Si es así, no debió ganar 51 a 47, sino 90 a 10.
