Si a los medios los dejaran gobernar, arreglarían muchas cosas y resolverían múltiples problemas que afectan a barrios, ciudades y pueblos. Nada más hay que ver la capacidad que tienen para descubrirlos, para darse cuenta que están ahí y que crean muchísimos inconvenientes y molestias a los vecinos, a toda la población.
Pero los medios no cuentan con los instrumentos para acometer las soluciones. Tampoco tienen el dominio de los conocimientos generales que se requieren para ejecutar tantas acciones en campos tan diversos, como salud colectiva, servicio eléctrico, transportación de ciudadanía, obras públicas, educación, drenaje sanitario, agua potable, obras diversas de infraestructura. Y no hablemos de muchísimos más con los cuales quizás ni intentaríamos lidiar.
Pero pese a todo ello, los medios pueden decir a viva voz que tienen el deseo, la voluntad de servir, de ayudar a resolver todos esos problemas que afectan a la gente y cuya responsabilidad, lamentablemente, corresponde a terceros.
En estos días, elCaribe se ha preocupado por la transportación de personas en el Gran Santo Domingo. Uno de los hallazgos más interesantes es la cantidad de instituciones vinculadas a ese asunto. No las vamos a enumerar para no cansarlos, pero sí les diremos que reflejan vívidamente a la distorsionada institucionalidad en República Dominicana.
Siete instituciones que tienen que ver con la transportación humana y el tránsito en general, pero cada día el sector se complica más, se torna más caótico. Es el caso, para sólo citar un ejemplo, de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET). Se suponía que su surgimiento, en manos de Diandino Peña, sería la madre de todas las instituciones y que a partir de ahí habría un antes y un después.
Pero, lamentablemente, la se ha limitado a la construcción de dos líneas del Metro de Santo Domingo, orgullo del presidente Leonel Fernández. Después se ha oído hablar de una cosa llamada “rutas alimentadoras del metro”, sin resultados visibles.
Para colmos, los llamados a resolver este problema plantean la creación una nueva institución, para que los coordine a todos. Esto sería como la sumatoria de discapacidades públicas para el transporte.
