La falta de un Tribunal Superior Electoral (TSE) ha comenzado a crear un problema institucional en elpaís que quedó descubierto la semana pasada en la JCE.La semana pasada, el pleno de la Junta Central Electoral (JCE) se declaró doblemente incompetente para conocer y decidir sobre aspectos permitidos por la pasada estructura. Por no estar constitucionalmente facultada, la JCE informó de su incapacidad para decidir sobre una instancia sometida por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en la que pide una reconsideración de la decisión que sustituye a Franklin Rosa como miembro de la JCE de Santiago.
Por la misma razón, el pleno tampoco pudo conocer la impugnación que el pasado día 21 interpuso una facción del Partido Revolucionario Independiente (PRI) a la asamblea en la que otro bando de esta organización proclamó como candidato al perredeísta Hipólito Mejía.
La propia JCE indicó a través del Departamento de Relaciones Públicas que “estos casos son de la exclusiva competencia” del Tribunal Superior Electoral”.
Antecedentes
La nueva Constitución puntualiza que las disposiciones relativas a la JCE y al TSE establecidas en esta Carta Magna “entrarán en vigencia a partir de la nueva integración que se produzca en el período que inicia el 16 de agosto de 2010”.
La tarea de integrar el TSE es responsabilidad del Consejo Nacional de la Magistratura. Pero los retrasos en la convocatoria de este órgano impidieron que esta instancia quedara conformada en los plazos establecidos por la Constitución.
El tranque se produjo por el conflicto que provocó que los diputados acogieran con la mayoría simple las observaciones que hizo el Ejecutivo a la ley orgánica del CNM.
El impasse se resolvió después de que el presidente Leonel Fernández devolviera la Ley Orgánica del CNM a la Cámara Baja, precisando que los legisladores estaban violentando el artículo 102 de la Constitución.
El CNM posterga la escogencia del TSE
El CNM entrevistó a los aspirantes al TSE, pero no procedió a la selección, sino que prosiguió con las evaluaciones para el Tribunal Constitucional y la Suprema Corte de Justicia, lo que prolonga aun más la conformación del TSE.
La Constitución define esta instancia como un órgano competente para juzgar y decidir con carácter definitivo sobre los asuntos contenciosos electorales y estatuir sobre los diferendos que surjan a lo interno de los partidos políticos.
