Decenas de pacientes se han quejado porque sus seguros no cubren cientos de medicamentos que les son recetados, aunque éstos existen con nombres comerciales distintos.Además de los “53 tipos de análisis de laboratorio, 340 tipos de procedimientos quirúrgicos, 77 tipos de medios de diagnósticos y 50 tipos de materiales que se utilizan en los procedimientos clínicos y quirúrgicos” que el Catálogo de Prestaciones de Servicios de Salud no contempla, muchos de los afiliados a la seguridad social pasan por el mal rato de no poder adquirir a través de sus seguros determinados medicamentos necesarios para el tratamiento de sus patologías.
Por lo general, la situación se presenta porque los médicos tienden a recetar medicamentos con nombres comerciales, aún cuando éstos existen en el mercado con nombres genéricos y mucho más económicos.
En ocasiones, en las farmacias tienden a orientar a las personas, aunque se cuidan de hacerlo cuado se trata de medicamentos para tratar patologías que revisten algún nivel de complejidad.
“Podemos orientar a las personas en el sentido de que un medicamento que cuesta dos mil pesos puede ser sutituido por otro que cuesta quinientos, pero solo en caso de que tengamos la certeza de que no se trata de una patología catastrófica o de alto costo”, dijo a elCaribe un supervisor de Farmax, que por cuestión ética el periódico se reserva su nombre.
Ejemplos regulares son aquellos que tienen componentes comunes, como los acetaminofen o las aspirinas.
Los seguros
En otras ocasiones se presenta el problema de que, aunque un determinado medicamento esté cubierto por un seguro médico, en otros seguros no lo está.
“La cosa es compleja”, dijo el supervisor, “porque en eso incide mucho el papel que juegan en el negocio las casas farmacéuticas”.
La industria farmacéutica incide grandemente a la hora de escribir las recetas. Independientemente del objeto de curar de los médicos, también influyen sus relaciones con los visitadores médicos y la industria farmacéutica. “Entre dos medicamentos, uno caro y otro barato, si los dos tienen el mismo efecto sobre la patología, el médico tiende a recetar el caro”, apunta.
Entonces, si la marca del más caro no está en el catálogo de cobertura del plan básico del seguro familiar de salud, la ARS no lo reconoce y la farmacia no puede despacharlo con el seguro. La práctica es frecuente y como en otros casos, siempre termina perjudicando al mismo sector que es el que más paga y menos se beneficia: el paciente.
