Tamayo reclama la reparación de varias calles y desagües

Residentes del municipio de Tamayo reclaman la reparación de varias calles que se inundan cuando llueve, y exigen otros servicios básicos que, entienden, las autoridades les han negado.

Residentes del municipio de Tamayo reclaman la reparación de varias calles que se inundan cuando llueve, y exigen otros servicios básicos que, entienden, las autoridades les han negado.Lo que comenzó como la realización de un sueño de los comunitarios de este municipio de Neyba, en la provincia Bahoruco, de tener calles asfaltadas y que no se inundaran, se convirtió en una pesadilla en los sectores El Guaba y La Altagracia, tras el inicio de los trabajos de pavimentación, debido a que cuando llueve se convierten en enormes lagunas y se inundan las casas. Por ello, y ante la falta de drenaje, los residentes tienen que usar bombas para sacar el agua.

De acuerdo con los comunitarios, las averías se formaron desde mayo pasado, luego de que las autoridades del Banco de Reservas iniciaran el plan de asfaltado, que según ellos, se detuvo cuando repararon la calle principal, Libertad, donde se encuentra la sucursal.

La parroquia San Antonio de Padua es el punto de encuentro de los residentes del pequeño poblado para discutir los temas que les afectan.

Allí  se reúnen los comunitarios y los representantes de las iglesias católica y evangélica que sin importar la diferencia de religión luchan por un mismo objetivo: lograr que las calles sean todas reparadas y  que se les instale el drenaje pluvial para evitar las inundaciones.

Además de que se remoce el mercado del pueblo y cesen las olas de apagones.
Indicaron que la obra estaba a cargo de la empresa DIPRECAT, que realizó un saneamiento de la rigola que pasa en las proximidades del banco, para lo cual se construyeron aceras y contenes en todo el perímetro.

Según el pastor Evaristo Novas, estas construcciones tienen ciertos desniveles para lograr que el agua corra hacia el desvío.

El párroco de Tamayo, Paul Sthildermans, dijo que el ingeniero a cargo de los trabajos, Vladimir de la Cruz, tenía planificado terminar el proyecto en junio pero los trabajos fueron suspendidos.

Los afectados indicaron que mientras ellos se hunden en el lodo las autoridades se hacen de la vista gorda, al tiempo que aclararon que están a la espera de la promesa del Presidente de la República, quien les garantizó remozar las calles y carreteras antes de terminar su gestión.

Los habitantes de Tamayo sostienen que producto de la situación se han incrementado el dengue, la leptospirosis y la gripe, entre otras enfermedades producidas por el agua estancada. También aseguran que no descansarán hasta que sean instalados desagües en todos los sectores y que se terminen de reparar las vías.

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