El jugador Miguel Tejada admitió ayer su participación en la compra de acciones de los Gigantes del Cibao durante una vista pública celebrada ayer por la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom). Ante esas declaraciones, el presidente de la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom), doctor Leonardo Matos Berrido, se reservó el fallo luego de que el abogado de Tejada, Nolberto Rondón, solicitara un lapso de tiempo de 24 horas para hacer entrega de una declaración jurada sobre su defendido.
Tejada expresó que la compra de esas acciones comenzaría a ejecutarse a partir de 2015, pero luego de enterarse de que no podía estar involucrado en este tipo de negocio, debido a que está activo, buscó a José –Kiko- Duarte, entonces presidente del Nordeste Baseball Club, empresa que maneja la franquicia de los Gigantes, para que este se hiciera cargo del conjunto. “En ese momento fui a donde Kiko Duarte y le expresé que si quería quedarse con el equipo, debido a que estoy activo y además del problema que me iba a traer. Ante esa situación, lo que hice fue que llegué a un acuerdo con Duarte para que él me diera el dinero que había invertido para salir de ese problema”, expuso Tejada.
Manifestó que ante esa situación, Duarte le entregó unos inmuebles, lo cual aceptó, debido a que en ese momento Duarte no tenía el dinero en efectivo,
“Jamás tuve intenciones de ir a ese equipo a nada. Nunca firmé un cheque, nunca llamé a un dirigente o gerente para decirle que soy el dueño de ese equipo. Simplemente tengo que ser claro y a lo mejor fui usado de que di ese dinero. Gracias a Dios que pude salirme a tiempo”, indicó el veterano jugador.
Una información del 29 de diciembre de 2010 reseña los vínculos de Tejada.
Luego a mediados de este año, sale publicado un contrato intervenido entre Miguel Odalis Tejada Martínez, Alberto Genao y Laurentino Genao, según el cual, estos últimos vendían al jugador la cantidad de 10,700 acciones correspondiente al 71 por ciento del capital de Nordeste Baseball Club por un monto de tres millones de dólares, pagaderos en US$1 millón al momento de la firma, y los restantes dos millones de dólares en un plazo de cinco años.
Ante los interrogatorios del presidente de la Lidom, doctor Leonardo Matos Berrido, Tejada expresó que el tiempo transcurrido en la negociación con Duarte solo duró unos tres meses.
“El plan mío no era ser dueño de los Gigantes porque eso no fue lo que me informaron. Cuando esto sucedió, me explicaron que sería cuando yo me retirara. Nada era de que tú eres el dueño y vas a poner el dinero. De mi bolsillo nunca salió un peso para mantener ese equipo. Si ese equipo hubiese sido mío se lo informara de una vez”, sostuvo. Solicitó que comparen su actuación que tuvo ante los Gigantes del Cibao la pasada temporada “y entonces me dirán”.
“Quiero que todo el mundo sepa que yo soy un aguilucho. Soy un hombre de respeto. Nunca he tenido las intenciones de ser dueño de ningún equipo. Creo que no tengo la capacidad para ser dueño de un equipo”, dijo. En agosto pasado, el presidente de la Liga Dominicana de Béisbol (Lidom), doctor Leonardo Matos Berrido calificó de “grave” la situación en la que se encontraba Tejada, luego de comprobarse que era accionista de los Gigantes del Cibao, por lo que ante ese escenario, el nativo de Baní, sería sancionable por incurrir como dueño y a la vez pelotero reserva de las Águilas Cibaeñas.
No se considera un “traicionero”
Miguel Tejada llegó a las Águilas Cibaeñas en 1995. Su presencia desde ese entonces lo convirtió en uno de los jugadores de mayor respeto dentro de la organización. “Lo último que yo haría sería traicionar al equipo de las Águilas y a la liga. A pesar de los logros que he recibido en los Estados Unidos, se lo debo a esta liga y a las Águilas Cibaeñas. Yo soy un aguilucho pase lo que pase, crea quien no crea, pero sobre todo soy un hombre que agradezco”, sostuvo.
Indicó que siempre estará agradecido por el respaldo que ha recibido, tanto de las Águilas, como del pueblo de Santiago de los Caballeros por las cosas buenas y malas que ha tenido que lidiar en su carrera. “Lamento el que esté involucrado en esta cosa. Les pido disculpa a las Águilas por ser un equipo en el que me he sentido como en familia. Quiero que sepan que nunca voy a traicionar a mi familia. Soy de los jugadores que sufren los problemas de su equipo como todos los demás que se colocan esa gorra amarilla”.
Durante la vista pública, celebrada en las oficinas de la Lidom, ubicada en el segundo nivel del estadio Quisqueya, estuvieron presentes, además de Matos Berrido, el vicepresidente de la Liga, Winston –Chilote- Llenas, el secretario de la Liga, José Enrique Hernández Machado, así como del presidente de las Águilas, Quilvio Hernández.
La vista pública estaba pautada para iniciar a las 11 de la mañana, pero no fue a las 11:50 a.m. que arrancó debido a algunos inconvenientes presentados a Miguel Tejada.
El “Pelotero de la patria”, quien llegó acompañado de varias personas, entre estos un hermano, lució tranquilo. Fueron pocas las veces que no le perdía la mirada a Matos Berrido al momento de contestar una pregunta. Durante su participación, agradeció la oportunidad que le brindara el expresidente de las Águilas, el fenecido Ricardo Thomás Hernández Gobaira (Tito), quien le dio la oportunidad de militar con ese equipo.
Debutaría el martes ante el Licey en el Quisqueya
El veterano jugador expresó ayer que su carrera en el béisbol profesional se encuentra “al doblar de la esquina”. “No quiero seguir con todo este problema. Quiero seguir disfrutando los días que me quedan para seguir jugando béisbol”, dijo. Manifestó que se encuentra trabajando para su integración el próximo martes en el partido en que las Águilas se enfrentan a los Tigres del Licey en el estadio Quisqueya. “Mi debut dependerá de la decisión que tome Matos Berrido. Tengo varios días entrenando. Espero que esto pase lo más pronto posible para así ya el martes estar jugando con las Águilas en el estadio Quisqueya”, apuntó. Tejada expresó su preocupación por la situación en la que se encuentran las Águilas (15-11), quienes ocupan el tercer lugar del torneo invernal
