No es verdad que para Danilo Medina, en el momento emocional del esperado decreto, han de contar igual las credenciales en votos, personales, de integridad, de amistad y/o de identidad de cada aliado.
El Titán es de Bronce, pero antes es humano, siente y padece. Además, está claro y consciente en que algunos “amigos” de hoy tuvieron sus debilidades y flaquearon, mientras otros por mantenerse leales al amigo y no alejarse por conveniencias de mantener posiciones o privilegios, recibieron su castigo. Es cierto que no son todos los que están ni están todos los que son…
A su esquina
Para quienes no lo recuerdan o simplemente no lo saben, llamo nuevamente la atención sobre el casi inadvertido pero importantísimo parrafito incluido en todos los acuerdos de alianza suscrito por el PLD con otros partidos para concurrir con candidaturas comunes a las elecciones presidenciales del 20 de mayo último. Talvez, en el fragor del entusiasmo de pactar con el partido morado, es posible que hubiera quienes vieron como inocuo el contenido de tan interesante cláusula. Sin embargo, logrado el triunfo, precisamente gracias al aporte en votos de todos (¡absolutamente todos!) los aliados, ahora toma mucho más valor e importancia el quizás inadvertido contenido del parrafito en cuestión.
Pues bien, se trata del consenso establecido por los firmantes en el sentido de que, si se lograra la victoria (como al efecto) cada aliado tendría en esa nueva administración una participación proporcional a los sufragios que alcanzara en las urnas. Consumado el hecho, es decir, cerradas las votaciones, abiertas las urnas y contados los votos, ahora sí es verdad que hay políticos auto-ranqueados como oficiales que no llegan ni a conscriptos. De forma y manera, que no pueden reclamar comandos ni de patrullas de a pie, mucho menos de brigadas. Así que cuando reclamen, podrían escuchar como respuesta un ¡Cucaracha: busca tu esquina…!
