El hospital general Luis Eduardo Aybar continúa prestando servicios a tan solo ocho pacientes que se encuentran internos desde hace menos de 48 horas.Así lo informó la subdirectora, Dinorah Polanco, quien dijo que los pacientes son atendidos por los médicos de turno de las áreas correspondientes a las dolencias de los pacientes.
“Esos pacientes ingresaron antes de las 24 horas de cuando se anunció la suspensión de los servicios, y por eso están aquí”, dijo Polanco. La subdirectora del hospital, también conocido como el Morgan, explicó no sabe qué tiempo van a estar los pacientes, pero que no serán dados de alta hasta que sus condiciones de salud evolucion de forma tan positiva que ya puedan irse a sus respectivas viviendas.
Polanco explicó que ya casi todos los espacios del hospital están desocupados, y que la entrega de la edificación a la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado se hará de acuerdo al calendario pautado: el día 20 de este mes.
Casi desolado
Mientras, los pasillos del hospital Luis Eduardo Aybar lucen vacíos, casi desolados, y solo se observa uno que otro movimiento de personal administrativo moviendo algunos muebles y cajas de un lugar a otro, al tiempo que lamentan que el centro de salud vaya a ser demolido.
Algunos se mostraban confundidos porque no sabían a cuál centro de salud los iban a reasignar, o si por el contrario los enviarían a sus casas de forma temporal con disfrute de salario.
La subdirectora Polanco observó que el personal médico casi estaba reasignado en su totalidad, pero que quedan algunos que no saben dónde prestarán servicio en lo adelante, como es su propio caso. “Sigo viniendo a cumplir con mis obligaciones, con mi responsabilidad, pero todavía no sé adónde me tocará ir a trabajar en lo que construyen el nuevo hospital”, precisó.
Hay desorientación en la ciudadanía sobre medida
Todavía ayer pasado el mediodía habían personas, especialmente mujeres, que acudieron al hospital Luis Eduardo Aybar atendiendo a citas con especialistas que habían sido concertadas previamente. Margot Ledesma y Leonora Alcántara viajaron a la capital desde Boca Chica y San Cristóbal, a chequearse, pero se encontraron con que ya sus médicos no estaban.
