Torre de Babel

El Partido Revolucionario Dominicano es, ahora mismo, lo que puede llamarse una Torre de Babel: Cada sector expone “su” razón, a su modo y conveniencia, y los grupos que pugnan a lo interno de la organización tal pareciera como que hablan idiomas diferentes, que no se entienden entre sí. Es penoso, que a sabiendas del daño presente y futuro que le hacen al partido blanco, quienes se han autoproclamado “líderes” promuevan y “enchinchen” para que la crisis a lo interno sea como una bola de nieve rodando montaña abajo; que mientras más avanza más grande y destructiva se hace. Bien lo expresó en una ocasión José Francisco Peña Gómez: “Solo el PRD vence al PRD”. Es lo que pasó en los comicios del pasado día 20, y lo que está pasando ahora, con tanta carga de resentimientos y remordimientos. Siendo, como lo es, el PRD una de las patas de la democracia dominicana, las figuras que encabezan esta virtual división del partido del jacho prendío debieran ofrecer otro ejemplo a la sociedad, dejando a un lado el repentismo y la truculencia. Por el bien del propio PRD…
Prudencia
El discurso de ayer de Miguel Vargas Maldonado tuvo un alto contenido de prudencia y mesura. No reconocerlo sería faltar a la verdad. Los que creían que Miguel venía a responder con las mismas armas con las que le han disparado a él sus adversarios internos, se quedaron esperando. Vargas Maldonado hizo una exposición precisa en la que plantó sus puntos de vistas ante el conflicto que afecta a su partido, rememoró episodios del pasado reciente sobre los que no se había referido antes, y concluyó con una exclamación por la necesaria unidad del perredeísmo. No respondió a sus contrarios con expulsiones ni suspensiones, aunque puso algunos puntos sobre las íes. Lo que acontece en el PRD pronostica otros muchos episodios, algunos tal vez innecesarios y quién sabe si inoportunos. Pero así son ellos, los perredeístas…