“Se hacen evidentes tres factores fisiológicos que diferencian la piel de la mujer de la del hombre: el espesor, la firmeza y la secreción sebácea. El hombre, por naturaleza, posee una dermis más grasa que la de ellas, y por ende, su principal problema es el brillo, haciendo que su rutina de higiene sea completamente distinta a la de su pareja”, apunta la cosmiatra Jocy Burgos, de Karithe Skin Care, en Santiago. Pensando en esta necesidad “exclusiva”, diseñamos una guía de cuidado personal y de belleza a tres tiempos: mañana, tarde y noche.
Para iniciar el día
* Hidratar la piel del rostro y el cuerpo. Debes hacerlo diariamente.
* Afeitarse después de salir de la ducha, cuando sea necesario y preferiblemente con agua tibia, que ayuda a evitar la irritación.
* Emplea un after shave o algún tratamiento después del afeitado que aporte frescor, suavidad e hidratación al rostro.
* Aplicar filtro solar antes de exponerse a los rayos del Sol o a las luces de la oficina.
* Humectar la piel del resto del cuerpo con cremas para las necesidades de cada piel en específico.
Llegada la tarde
* Higienizar la piel durante la tarde es importante para retirar los factores contaminantes adquiridos durante la mañana.
* Aplicar una segunda dosis de protector solar.
* Dormir una siesta luego del almuerzo ayuda a renovar energía y aspecto de la piel.
“Muchos prefieren el jabón en barra al líquido, pero si tu rostro se siente tenso o te da comezón después de lavarlo, cambia al líquido”, Dee Anna Glaser, dermatóloga de la Universidad de Saint Louis, en webmd.com.
En la noche
*Limpiar la piel antes de dormir con jabones neutros y cremas limpiadoras.
* Utilizar exfoliantes al menos dos veces por semana.
* Hidratar el contorno de los ojos con cremas que actúen mientras estés durmiendo.
Cualquier rutina de belleza debe ir acompañada de un régimen alimenticio saludable para obtener mejores resultados.