Hay que valorar las iniciativas innovadoras de los empresarios decididos a apostar por la República Dominicana, confiados no sólo en un futuro promisorio, sino convencidos de que también hay que atreverse a correr riesgos para contribuir al desarrollo de las fuerzas productivas nacionales.
Ya no es sólo trabajar para generar fuentes de empleo y brindar oportunidades de crecimiento a las familias. Es mirar la realidad desde otra perspectiva, con una visión de responsabilidad social y de respeto por el medio ambiente.
Es lo que acabamos de ver con la inauguración de una planta fotovoltaica para producir energía con los rayos solares. Se trata de una inversión de 280 millones de pesos, bajo el amparo de la Ley 57-07 de Incentivo a las Energías Renovables, para energizar al Aeropuerto Internacional del Cibao y las edificaciones de servicio conexas.
Según las palabras del presidente del Consejo de Administración del Aeropuerto del Cibao, Don Félix García, durante el acto de inauguración el pasado martes, se trata de la más grande planta de energía solar del Caribe y Centroamérica.
Enrique Ramírez, el presidente de la Comisión Nacional de Energía, ha dicho que la planta “es un verdadero hito”. Su operación generará 168 mil kilovatios-hora al mes, lo que permitirá ahorrar 1,240 barriles de petróleo, que a su vez impactará positivamente en la reducción de contaminantes.
El proyecto fue ejecutado por la empresa Trace Internacional, que viene jugando un papel importante en soluciones eléctricas alternativas. En la economía hogareña es pionera la generación de energía de sobrevivencia frente a la grave crisis de suministro público.
Esta obra muestra una visión de futuro y de confianza. Merece nuestras felicitaciones.
Debemos recordar a los lectores de elCaribe, que el presidente del consejo de Administración del Aeropuerto del Cibao, señor García, lo mismo que otros inversionistas, es también inversionista de Multimedios del Caribe.
