Lo común entre los años 1999, 2003, 2005 y 2007 es que fueron impares. Pero además hay otro lazo que los une y les marca: los Spurs de San Antonio.La tropa de Gregg Popovich terminó llevándose el trofeo Larry O’Brien en cada uno de esos años, así que una final en 2013 es buena señal. Tim Duncan, Tony Parker y Enmanuel Ginóbili batallaron juntos en los últimos tres. Popovich y Duncan han estado en todas, y fue el Jugador Más Valioso en las tres primeras ocasiones.
Hoy, seis años después de barrer a los Cavaliers de Cleveland, la égida del reputado técnico y su trío de ensueño añade otra presencia en la final tras barrer a los Grizzlies de Memphis, a quienes no le bastó ser la mejor defensa de la liga, una clara demostración de que a los Spurs no pueden ser vencidos dominando únicamente un lado de la cancha. Precisamente, las últimas dos ocasiones que un equipo ha barrido en la final del Oeste termina llevándose la corona (San Antonio de 1999 y Lakers de 2001), así que los Spurs no han comenzado y ya tienen un buen augurio.
Ha sido como una especie de norma que cada vez que San Antonio accede a la última instancia de la temporada sale con el título. No ha habido lugar para un segundo lugar. Todavía no conocen a su rival, algo que les dará algunos días de descanso para cuando comience la serie el seis de junio, tomando en cuenta que los Heat de Miami y los Pacers de Indiana hasta anoche se encontraban nivelados. Una posible serie contra Miami marcaría la revancha de LeBron James, el mejor jugador de la NBA, ante los Spurs, quienes le mandaron a casa sin una victoria en la final de 2007. En esa ocasión hubo un episodio célebre, cuando al final de la serie Duncan abrazó a James y le susurró que en cuestión de poco tiempo la NBA le iba a pertenecer. James es el actual campeón con los Heat.
Juego en conjunto
La presencia de San Antonio en esta final es un reconocimiento al juego en conjunto, a la conjugación de ideas y a la aceptación de roles, incluso a aquel que sólo tiene que ver con aplaudir y animar en banco sin ver minutos en cancha.
Los Spurs son mucho más que el famoso trío. Son una verdadera máquina de jugar baloncesto, un verdadero equipo cuyas piezas, como en el ajedrez, son movidas magistralmente por el gran maestro. Ver el juego prolijo de Tiago Spitter, la responsable defensa de Kawhi Leonard, la consistencia de Cory Joseph y Gary Neal al descansar a Parker, el trabajo sucio de Boris Diaw y Matt Bonner en la zona pintada y la amenaza que representa Danny Green es más que un deleite.
Este Leonard es el encargado de defender siempre al mejor jugador del equipo contrario y no ha decepcionado, como tampoco desilusionó la forma en la que los esquemas defensivos nunca permitieron que el jugador más ofensivo de Memphis, Zach Randolph, hiciera su juego. Pero no fue un trabajo individual de Duncan, Spittler, Diaw, Bonner o cualquiera que le defendió. Se trató de un trabajo de un equipo que eligió su veneno y no fue precisamente el de Randolph.
Sin embargo, muchas de las cosas buenas que han sucedido en San Antonio a lo largo de esta temporada comienzan con Duncan, un delantero de poder que es dueño de una prolífica carrera de 16 años en la liga, que presagió lo brillante de la estación desde el mismo primer mes.
Aunque tiene pendiente un año de contrato, se rumora que este pudiese ser su último baile. Se vaya cuando se vaya, está claro que lo hará como el mejor delantero de poder en la historia de la NBA. Popovich, igual, ha amenazado con irse con Duncan. Ellos dos han cabalgado una enorme distancia juntos. Gozan de 129 victorias de playoffs, más que ningún otro dúo de técnico-jugador. Hay quienes ya empiezan a sostener que Popovich es mejor técnico que Phil Jackson, quien obtuvo 11 campeonatos de liga.
Duncan, en el tercer encuentro de la serie ante Memphis, completó el doble-doble 144 de su carrera en postemporada, moviéndose al segundo puesto en la historia de la NBA, sólo superado por Ervin –Magic- Johnson, quien grabó 157 encuentros de doble méritos. Parker, Jugador Más Valioso de la Serie Final de 2007, se ha comportado a la altura de su investidura. El armador francés fue el más sobresaliente en la serie frente a los Grizzlies, valiéndose de sus disparos de media distancia que llegaban la mayoría de las veces “pick and pop”.
Reacciones
Mi única preocupación es tratar de terminar el trabajo, tratar de conseguir otro campeonato”.
Tim Duncan
Ala-pívot
Tim (Duncan) y Manu (Ginóbili) confían tanto en mí y (Gregg) Popovich me empuja a ser cada vez mejor”.
Tony Parker
Armador
Si trazas tu camino y tienes líderes que son gente de gran personalidad, entonces los sigues mientras puedas”.
Gregg Popovich
Dirigente
