El Magistrado Presidente del Tribunal Superior Electoral, Dr. Mariano Rodríguez Rijo, ha formulado una propuesta acertada, se trata de la viabilidad de un Código Electoral en vez de los dos proyectos de ley que cursan en el Congreso, uno para Partidos Políticos y otro para la Electoral. La intención es que ese Código recoja ambos en una sola legislación.
La justeza de esa proposición es incuestionable, y se fortalecería si se incluyen las leyes vinculantes y los reglamentos que sean viables, que en cada elección implementa la Junta Central Electoral.
El 27 de marzo, vía la Comisión que estudia estos proyectos, un grupo de partidos políticos depositó en la Cámara de Diputados un documento donde proponen una serie de consideraciones relativas a esas leyes, entre las cuales destaca lo siguiente:
“Un Código Electoral que integre toda la legislación del Sistema que incluya:
La Ley Electoral actualizada a la luz de la Constitución del 2010;
El resultado que surja de los diversos proyectos de Ley de Partidos Políticos que cursan en el Congreso; e
Integrar toda la legislación con vocación vinculante ya existente, y lo posible e imprescindible de los reglamentos que en cada elección aprueba la JCE, que se han perpetuado por carencias de la Ley Electoral”.
El Magistrado Rodríguez propone además que en ese Código se contemple que la Junta Central Electoral o el Tribunal Superior Electoral tengan la facultad de conformar el padrón de militantes de los partidos. Estaríamos de acuerdo si entendemos que el propósito sería que los partidos entreguen la lista de su membresía para que sean comparadas y comprobadas, y que en caso de duplicidad de militancia se les convoque para que esclarezcan la situación y decidir en consecuencia. En cuanto a la instancia que tendría esas atribuciones consideramos que sería la JCE por cuanto la misma es administrativa y no contenciosa como lo es el TSE, que en caso de conflicto podría presentarse una situación en que derive en juez y parte.
Reiteramos que esta propuesta es saludable y merece el apoyo de los partidos políticos. Eso sí, para desterrar las pretensiones del bipartidismo que se cuajan en los proyectos mencionados, más allá de este tema capital, ese Código Electoral, para que sea inclusivo y democrático, necesariamente debe contemplar otras medidas de las que escribiremos más adelante.
Para la próxima legislación, en que convendría aprobar el “Código Electoral”, se abre un espacio en que podríamos tocar todas las aristas de tan delicado tema. Ojalá nos animemos.
