Una reverencia a la memoria de Diego De Moya Canaán

Cuatro entidades: la Cámara Dominicana de la Construcción, el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores; la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de la Vivienda, y la Confederación Patronal de la República Dominicana,

Cuatro entidades: la Cámara Dominicana de la Construcción, el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores; la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de la Vivienda, y la Confederación Patronal de la República Dominicana, en un acto celebrado el pasado jueves, 11 de diciembre, ofrecieron un homenaje en recuerdo del notable ingeniero y empresario Diego de Moya Canaán.

Como actividad central de este tributo se presentó un libro que recoge discursos, artículos técnicos, conferencias, entrevistas y cartas publicadas por él en elCaribe. Dada mi estrecha amistad con Guín Moya y su familia, cumplí el honroso encargo de prologar la obra y, asimismo, de pronunciar las palabras de presentación de este libro póstumo: “Artículos, Discursos y Revelaciones”.

Que sirvan mis frases, de esta suerte, para divulgar los méritos de un individuo sobresaliente, como lo fue Guín, cuya trayectoria enalteció la ingeniería, el don del trabajo, la existencia familiar y el compromiso ciudadano.
Prefacio del libro “Artículos, Discursos y Revelaciones”

El ingeniero Diego De Moya Canaán, mi entrañable amigo Guín Moya, fue un héroe del trabajo y de la vida. Acometió él la existencia con el pudor, el donaire y la nobleza de los titanes homéricos. Adalid del afecto, campeón de los sueños, su trayecto vital puede entenderse ahora, a la distancia, como una gesta de la dignidad.

Al principio le tocó a Guín ser el estudiante notable que, con orgullo, atesoraba y transmitía los saberes y las virtudes de sus grandes maestros en la Escuela Normal de La Vega. Más tarde, hubo de actuar como el alumno emocionado de aquellos profesores ilustres que, en los años 50 del pasado siglo, educaban al puñado de jóvenes que acudía a las cátedras de Ingeniería Civil en la Universidad de Santo Domingo.

Héroe, dijo don José Ortega y Gasset, es quien quiere ser él mismo. Y desde aquellos años tempranos, Diego De Moya Canaán entendió cabalmente su destino. Habría de existir como ingeniero, como empresario y, en última instancia, como el capitán de un enjambre de seres que tomaba la protección de su liderazgo y que percibía, asimismo, a modo de una gracia, de un don, la afable y generosa decencia que irradiaba este gran camarada.

Nuestra vida está repleta de espacios vacíos. Aún la ingeniería dominicana no ha encontrado las entidades humanas que ocupen los deshabitados territorios pedagógicos de Leonte Bernard Vásquez, de Mario Penzo Fondeur y de Moncito Báez López-Penha. La desaparición de Guín Moya, no sé hasta qué medida, nos priva hoy de una de las más altas referencias del trabajo como epopeya de la voluntad y del deseo.

No podría rendirse, pues, un mayor y más fértil homenaje a su recuerdo que aquel de penetrar en las ideas, en los proyectos y en los sueños que constituyeron su íntima razón de ser. Reflexiones, imágenes, conceptos e impulsos que nos servirán para examinar y redefinir, en primer lugar, la práctica de esa profesión que él ejerció sin máculas y con la mayor suma posible de integridad y de coraje.

Servirán estos artículos y discursos y revelaciones, asimismo, para obligarnos al escrutinio perspicaz y al discernimiento ético de un oficio al que hemos dedicado gran parte de las ilusiones y, de seguro, más de la mitad de nuestras vidas.
Saludo con admirado afecto la divulgación de estos escritos de Diego De Moya Canaán. Puedo asegurar que su lectura nos permitirá apreciar de mejor manera la trascendencia profesional, la sustancia moral y las raíces humanas de un gran hombre.

Palabras de presentación del libro

Tengo entre las manos un libro. Pero no me refiero tan sólo a las 300 páginas hermosamente impresas y encuadernadas de este volumen, como tampoco a las numerosas imágenes que ilustran y enlazan el texto con porciones de realidad y de recuerdos.

Algo distinto representan y algo más hondo subyace en estos folios. Porque en ellos están grabadas las huellas de un trayecto, las honrosas señales de una vida fecunda y decorosa. Pienso, así, que estas páginas redactadas con serena fogosidad, acaso con inextinguible entusiasmo, serán la anhelada residencia de las frases y las ideas, de los latidos y los sueños de un profesional esclarecido, de un insigne ciudadano y de un amigo primordial como lo fuera Diego De Moya Canaán.

El libro que tengo la honra de presentar ante ustedes, “Artículos, Discursos y Revelaciones”, congrega los escritos de Guín Moya en el diario elCaribe, publicados de noviembre del 2011 a noviembre del 2013. La vastedad de los temas abarca discursos institucionales, artículos técnicos, crónicas y comentarios deportivos, apologías amistosas, conferencias y cartas, además de entrevistas y expresiones de la más rigurosa intimidad.

La simple enumeración de los capítulos del libro bastará para entender la multiplicidad de ideas aquí tocadas: Perspectivas del Sector Construcción, Los Homenajes de la Cámara Dominicana de la Construcción; Deportista, Constructor y Líder Empresarial; Temas de Ingeniería, Culto al Bostonismo, Culto a la amistad y, finalmente, un epílogo cargado de intenso optimismo, llamado por él: Muy Personal.

Después de los expresivos discursos de nuestros amigos Christian Ciccone, Christian Maluf y Rafael Bisonó creo innecesario abundar en detalles acerca de quién era Diego De Moya Canaán y cuál fue su extenso catálogo de méritos.
Sólo me concierne, pues, saludar con emocionada satisfacción el nacimiento de este compendio de opiniones, de voluntad y de ensueños que nos hará posible perpetuar la presencia, material e inmaterial, de Guín Moya.

Desearía, así, concluir mi intervención con una cita de sus palabras, tomadas de la introducción del libro:

“Creo haber cumplido con mi país, con mi familia, con mis clientes, con mis colegas, con mis trabajadores y con mis amigos”.

“Resumiendo, este es mi legado”.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas