Choques entre potencias del fútbol

Un nuevo fin de semana en medio de verano mundialista es sinónimo de fútbol de alto vuelo y este no será la excepción.

Un nuevo fin de semana en medio de verano mundialista es sinónimo de fútbol de alto vuelo y este no será la excepción. Hoy abrirá paso a la fase de cuartos de final del campeonato, alineando en el menú unos cuatro encuentros que prometen, tanto por la jerarquía de los equipos involucrados como por lo que implicaría la victoria para los mismos.
Pasada esta fase, quedarán apenas cuatro aspirantes y la final estará a solo un paso de distancia. A poco tiempo de comenzar esta nueva ronda, vale la pena echar un vistazo a los cruces para tener una mejor idea de lo que nos espera.

Alemania-Francia

Francia llega a cuartos de la mano de un medio campo físicamente apabullante con Pogba y Matuidi fijos. Importantes también han sido los aportes por parte de la dupla Valbuena/Grieszmann en reemplazo del lesionado Ribery y las diabluras de un Benzema que va de 9 (delantero centro) pero que tiene alma y cerebro de 10 (volante organizador, lector y creador de juego).

Alemania llega tirando de Muller, Lahm y un Kroos que es pura clase delineando el ritmo de juego. Jugando en contra de Alemania estará su lenta línea de cuatro centrales frente a unos franceses bastante escurridizos. Ni Khedira, ni Schweinsteiger andan en forma óptima y si el despliegue de Pogba y Matuidi logra corromper el tempo de Kroos, Alemania se verá complicada, esto queda claro especialmente si recordamos lo mal que ha andado Ozil hasta ahora.
Sobre Francia: cuando Benzema y Giroud juegan juntos y al primero se mueve a la izquierda -como contra Nigeria-Francia también muestra debilidades por la banda, más que nada a causa de la falta de vocación defensiva del ex-Lyon. La falta de madurez de Pogba también podría jugarles en contra, aunque sea un jugador de una finura innegable.

Brasil-Colombia

Terminado el juego de gigantes europeos, tocará nueva dosis de fútbol sudamericano en el duelo de los amarillos: Brasil-Colombia. Las diferencias de momentos entre equipo y equipo no podrían ser más obvias. La Seleção anda faltosa de juego y llenísima de dudas. Si el último partido contra Chile vio a Fernandinho sustituir a Paulinho en el medio campo, uno de los fijos de Scolari -y ser fijo de Scolari es ser fijo con mayúsculas- para este partido se habla de la posibilidad de que Maicon entre por un Dani Alves que no termina de arrancar.

Adelante, la apuesta por Fred como 9 ha salido extremadamente mal. En la Copa Confederaciones del año pasado terminó líder de goleo junto a Fernando Torres, pero en este Mundial 2014 su peso en ataque está siendo mínimo: lleva apenas un gol en cuatro partidos y casi nunca se ve peligroso.  A estos problemas habría que agregarles el hecho de que Luiz Gustavo, de los mejores de Brasil hasta ahora, se perderá el encuentro por acumulación de amarillas, causando una vez más cambios en la formación de Felipão. Finalmente, hay fuertes rumores sobre unas posibles molestias de Neymar.  Cualquier cosa que signifique un bajón de rendimiento en el juego del 10 de Brasil será un positivo para sus rivales.

Por el otro lado, Los Cafeteros vienen de darse un festín de juego contra Uruguay. James, estrella indiscutida del equipo, ya suena para el Real Madrid, PSG y Manchester City -los sospechosos habituales- y la emoción que anda causando es justificada. Colombia llega sin dudas, con todas sus piezas claves en forma y más motivada que nunca. Antes había dicho que para sacar a Brasil de esta Copa se necesitaría algo especial y creo que Colombia lo es. Esta será la verdadera prueba de fuego para Los Cafeteros. En fase de grupos deslumbraron pero, aunque jugaron contra equipos fuertes y sólidos, no se vieron nunca frente a rivales de primer nivel. Cuando les tocó Uruguay en octavos, los charrúas venían cargando la impotencia y el bajón psicológico que implicaba perder a su delantero estrella, algo que indudablemente hizo más fácil el trabajo colombiano ante los celestes.

Este fin de semana tendrán en frente un equipo que, cuando no le salgan las cosas a puro juego, hará lo posible para inventárselas a pura voluntad.

Para Colombia sería histórico eliminar a Brasil en su propia casa. Sería de esas cosas que los abuelos les cuentan a sus nietos: ‘Sí, sí… ¡Pero yo vi a mi Colombia sacar a Brasil en Brasil!’ ¿Será que a los verdeamarillos se les termina la suerte?

Argentina-Bélgica

Mañana abrirá la jornada mundialista con Argentina-Bélgica de mediodía que verá a Messi, Di María y compañía enfrentarse a la generación de oro de los Diablos Rojos. Si me hubieran dicho antes del torneo que Marcos Rojo, lateral izquierdo de la selección albiceleste, iba a figurar como uno de los mejores de su equipo llegados los cuartos de final, me hubiera echado una buena carcajada y le hubiera aconsejado al mensajero, por su bien, que no apostara la casa a tales cosas.

¡Vaya sorpresa nos hemos llevado todos! En una Argentina que ruega por mejores posibilidades de combinación en el medio campo y en la que Messi, Di María y Mascherano aparte, las estrellas han pasado desapercibidas -te estoy mirando a ti, Pipa Higuaín-, Rojo se ha erigido como una pieza importantísima.

Por eso mismo pesará el hecho de que no pueda jugar mañana a causa de acumulación de amarillas. Prepárense desde ya para observar las cabalgatas de Mertens por la banda de Basanta, posible sustituto de Rojo.

Fernando Gago, el mismo que entró en el segundo tiempo y que ayudó a cambiar la penosa imagen dejada por la Argentina en la primera parte de aquel partido del debut contra Bosnia y Herzegovina, ha pasado con más pena que gloria por el torneo después de aquella ocasión.

Al jugador, que llegaba bien justo de una lesión de rodilla a este Mundial, se le vio terminar extremadamente cansado el partido ante Suiza en lo que fue otra actuación cuestionable.

Vale preguntarse, ¿y Enzo Pérez? En las prácticas de Sabella, Enzo no ha figurado nunca en el equipo con los petos de titulares y, dada su gran temporada en el Benfica—la misma que ha provocado rumores sobre su transferencia al Valencia español—uno no puede evitar preguntarse: ¿por qué no? La respuesta es que Sabella tiene a Maxi Rodríguez y a Lucas Biglia por delante como opciones para un equipo sin Gago. Maxi para desarrollar un juego más de banda y Biglia para formar un doble 5 con Masche en el medio.

Difícil ver cualquiera de estas dos opciones dando más toque a la Argentina, pero cosas más raras han pasado en el fútbol.

Por su parte Bélgica supondrá una prueba sólida para las aspiraciones mundialistas argentinas. Thibaut Courtois en el arco es una garantía total, y si por delante tiene a Vincent Kompany lo es aún más. De Bruyne, Mertens, Origi y el habilidoso Hazard mandarán en el ataque.

Ya vimos bailar a Estados Unidos, una selección que llevó todo a extra tiempo basándose en suerte y en un Tim Howard sobrehumano. Las urgencias históricas de la Argentina habrá que ver si le juegan a favor o en contra: el equipo no pasa una fase de cuartos de final desde el Mundial del 90. Hay que ver si la presión termina haciendo héroes o destrozando una vez más a los albicelestes.

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