Universal Music Group de Vivendi SA dijo que aceptó comprar la división grabadora de EMI por 1.200 millones de libras (1.900 millones de dólares).
La segunda parte, la división editorial a cargo de derechos de autor de canciones, fue vendida a Sony/ATV por 2.200 millones de dólares, de acuerdo con una fuente allegada a la transacción.
Otra fuente dijo que la transacción deja a Citigroup, el dueño de EMI, con un pasivo por un plan de pensiones valorado en unos 600 millones de dólares. Las fuentes hablaron bajo la condición de anonimato por no estar autorizadas a hablar públicamente.
Esta semana la asociación de discográficas independientes Impala criticó las negociaciones de Universal BMG y Sony para adquirir EMI, ya que consideraban que cualquiera de las dos fusiones “reforzaría el duopolio” y perjudicaría tanto a los músicos como a los consumidores. Las discográficas independientes subrayaron su preocupación por los efectos que podría la unión anunciada este viernes entre Universal y EMI, “no sólo en el mercado discográfico, sino también en la distribución musical a través de Internet y de teléfonos móviles”.