Uso del agua

La presente sequía debiera ser una oportunidad para incrementar la conciencia y transformar nuestra cultura de uso del agua, muy inclinada, lamentablemente, a derrocharla. Aun en las épocas de lluvias periódicas y abundantes, con ríos crecidos y presas bien abastecidas, es inadmisible desperdiciar un recurso tan vital como el agua. Economizar agua, un uso consciente y cívico de ella, tiene que ser un compromiso ciudadano permanente. Debería ser asumido sin necesidad de una exigencia o vigilancia de las autoridades, pero en la práctica sólo las sanciones ejemplares pueden actuar como un disuasivo para quienes no acaban de enterarse de que estamos en una crisis ambiental de impredecibles consecuencias. La educación tiene que comenzar por el hogar y la escuela: afianzarla.