Vacacionar con hijos y no fallar en el intento

Todo un año de estrés en la oficina, los quehaceres de la casa, por fin llegaron esos días que marcaste en el calendario para…

Todo un año de estrés en la oficina, los quehaceres de la casa, por fin llegaron esos días que marcaste en el calendario para relajarte y salir de vacaciones, tu media toronja (estamos en el Caribe) y tú deseaban poder salir a relajarse. ¡Un momento! Espera, algo se te olvidaba, no son las mismas vacaciones de años atrás, ahora hay un par de diminutos invitados, los causantes de gran parte de tu cansancio, que no pueden quedarse, ¿Cómo viajar con ellos y no darlos en adopción en el intento?

La madre de hoy no es la misma de antes, dispuesta a cambiar su vida en pareja por dedicarles su 24/7 a los hijos, no señor, a través del tiempo ha aprendido que los pequeños a veces pueden ser muy manipuladores y absorbentes. El autor Robert C. Benchley tiene los viajes clasificados en dos tipos: “primera clase y viajar con niños”, para muchas madres, esto es una exageración, puesto que ellas han sabido congregar su vida de pareja y la de ama de casa.

Lo primero que hay que entender es que las vacaciones son con los hijos, no para ellos, por esa razón, limitar los destinos por las molestias que les puede ocasionar a ellos es un error. Dulce Martínez, propietaria de Belgrano tiene bien claro que ambas ser esposa y ser madre tiene el mismo nivel de importancia, porque “un matrimonio feliz dará niños felices”.

Por eso cuando van de vacaciones, trata de buscar hoteles que tengan clubes infantiles. Las mañanas de Pedro y ella son para los chicos, comparten en familia y se divierten juntos, pero las tardes son del uno para el otro, mientras los “kikis” tienen su espacio y hacen nuevos amigos.

Aunque los destinos no se deben limitar a ellos, lo aconsejable es darles participación, aun sean pequeños, hay que preguntarles lo que les gustaría hacer o ver. Luego de haber escogido el lugar, es bueno no crear muchas expectativas en ellos, mientras más bajas las tengas mayor se encontraran cada experiencia y no estarán a la espera, lo que crea estrés, negatividad y trae consigo la decepción.

 

Ahí vamos

La planificación es un punto determinante en esto, aunque no hay rutina, si debe haber reglas y establecerlas antes de salir, el objetivo es evitar las malas caras y momentos desagradables. Es bien sabido que los chicos aprovechan el salir por la puerta de casa para sentirse libres, sin importar la edad sienten que fuera del hogar se acabaron las imposiciones, por eso es bueno aclarar entre muchas cosas, los horarios de ir a la cama.

A los mas pequenos, como siempre están metidos en el juego y en quemar calorías al máximo, todo los que los interrumpa es motivo para un rotundo “no”. Ponerse el protector solar, el repelente, usar gorra, todas esas cosas sienten que bloquean sus planes, por eso antes de salir se les debe decir la importancia de cada cosa y hacer pactos con ellos para cumplir esas reglas antes de divertirse.

Es indispensable también poner límites, por ejemplo, no todos los días son de helados o hamburguesas, más de tres vueltas en los caballitos te pueden marear y ya no podrás jugar más.

Sahiri y Cesar tienen dos chiquitos de menos de cuatro años y para ellos salir con sus hijos no implica problema. Si van de resort, siempre van al bar de la playa, así pueden tomar unos tragos, bailan, mientras los chaparros disfrutan de la arena y el agua. Algo indispensable en cualquier viaje que hacen con ellos es el coche, “de esa forma si se duermen y no queremos ir a la habitación todavía, podemos acostarlos y seguir en lo nuestro”.

Ellos tienen todo bajo control, si van fuera del país limitan sus actividades al día, se arman con dos coches para que ellos vayan mirando el panorama sin gritar por cansancio, “así si se duermen no hay que suspender, solo seguir”. Y si desean una noche de disco, buscan bares con áreas con entretenimiento para niños, donde pintan con crayolas y no se aburren ni están solos.

Algo que no puede faltar en ningún viaje es un pequeño botiquín con todos los medicamentos que debe y puede tomar en caso de enfermarse. El malestar que Cesarito sintió durante un viaje a NY no fue un gran problema, Sahiri andaba más armada que Rambo, lo medicó, lo abrigó y lo que el cambio de clima creyó que arruinaría no pasó de una buena dormida.

 

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